La Dictadura de Trujillo y San Juan

El día 20 de junio de 1938 se produce la división de la Provincia de Azua, a la cual pertenecía la mayor parte del actual territorio sanjuanero. San Juan fue creada la provincia Benefactor (en alusión a Rafael Leonidas Trujillo, tirano que gobernaba el país desde mayo de 1930).
La dictadura de Trujillo sirvió para que en San Juan de la Maguana, se consolidara el cambio de la estructura económica de la ganadería a la agricultura. Y también para que Trujillo se convirtiera en el mayor terrateniente del Valle de San Juan. El cambio en la actividad económica fue un proceso relativamente lento, pero sostenido, que se adelanto con la construcción de infraestructuras de riego, como el Canal Mijo, que se inauguro el 6 de marzo de 1944. En 1948 el gobierno del Tirano, inaugura numerosas obras de gran importancia para la provincia San Juan. Entre ellas se destacan la construcción de puentes, como el puente sobre el río San Juan, que se inauguro 19 de abril de 1948 y la carretera Azua-San Juan, abierta al público el 12 de septiembre del mismo año.
La Matanza de Palma Sola Cincuenta años después del asesinato de Olivorio y luego de la desaparición de la dictadura de Trujillo, San Juan presencia el resurgimiento del fenómeno religioso conocido como Olivorismo. En el año 1961 unos campesinos pobres de San Juan, reconocidos como los mellizos Plinio y Romilio Ventura, establecen en Palma Sola, un lugar próximo a Las Matas de Farfán, cerca de Carrera de Yeguas, un centro de culto a Oliverio. Dicho centro acogió a un buen número de campesinos que participaban en las actividades que aquí se llevaban a cabo. La presencia del llamado ¨Santuario¨, produce en San Juan reacciones adversas. En el año 1956 se realiza la conversión de San Juan en Diócesis y el sacerdote Tomas F. Reilly es nombrado Obispo. Debido a esto y a otros hechos, Palma Sola tuvo los días contados. En esta ocasión y a diferencia de los inicios del movimiento, la persecución en contra de los olivoristas tuvo un carácter religioso. El día 28 de diciembre de 1962, el Ejército y la Policía destruyen el santuario y asesinan un número indefinido de seguidores del culto. Los que sobreviven a la matanza escapan. Luego de aquel sangriento suceso, a los olivoristas le sigue un largo periodo de tolerancia. Y Aun hoy en día, los seguidores del movimiento, practican sus cultos en los mismos lugares en donde se hacían en el pasado, especialmente en la agüita de Liborio, en la Maguana. Cada año, durante las fiestas patronales de San Juan, se realizan cultos en honor a San Juan Bautista y a Olivorio.