Los Tigres del Licey tuvieron que esperar algo más de dos horas para finalmente, a las 12:51 de la noche, escuchar la voz del arbitro principal, Steve Barga, quien le adjudicó el cuarto partido de la serie final del torneo de béisbol dominicano, tras jugarse seis entradas y media y la lluvia no permitir continuar con el partido.
Los capitalinos, jugando como visitantes en el Estadio Quisqueya, vencieron a los Gigantes del Cibao con anotación de 2 carreras por 1 en otro encuentro calificado como traumático para el torneo por la forma en que terminó.
Con este resultado los Tigres se colocan a un juego de lograr su corona número 21 de su historia en la pelota otoño-invernal dominicano desde 1951.
Desde alrededor de las 10:30 de la noche, cuando se detuvo el partido por la lluvia, un reducido público esperó hasta las 12:51 de la noche, para ver cuando Bargas, quien había salido una hora antes a supervisar las condiciones del terreno, declarara como terminado el partido.
La decisión tomada por el árbitro principal Bargas para detener el juego y posteriormente darlo como finalizado se basa en los reglamentos de la Liga de béisbol que rezan que luego del quinto acto el partido es oficial y si por causas de la lluvia es suspendido, el ganador será quien tenga más carreras.
Mirando las lonas que cubrían todo el cuadro interior del Quisqueya y echando una mirada al amarronado cielo y ver las condiciones del terreno, Bargas decretó la suspensión que se convirtió en el cuarto triunfo del Licey.
Una sonrisa afloró al rostrote José Offerman, quien chocó las palmas de las manos en señal de victoria y se alejó rápidamente para evitar que la lluvia siguiera empapándolo, sin antes expresar que el béisbol es un juego bien difícil y impredecible.
“Nosotros salimos al terreno a ganar independientemente de lo que ocurra en el juego”, dijo Offerman, que hasta ahora ha sido exitoso en su primera experiencia como dirigente.
Agregó que no se fían de la situación, a pesar de estar dominando el juego seguirá siendo fuerte..
Los Tigres anotaron sus carreras dos carreras con el cuentagotas en las entradas segunda y tercera. La primera anotó con doble de Amauris Cazaña, quien anotó con sencillo del receptor de Jesús Flores. La segunda vino cuando en el tercero Emilio Bonifacio recibió boleto y Anderson Hernández lo trajo con imparable al jardín central.
Por su lado los Gigantes anotaron su única carrera del malogrado partido en el cuarto acto con cuadrangular por la barda de prado derecho del jardinero Nelson Cruz.
El derecho Ramón Ortiz laboró en 5 entradas y un tercio para llevarse el triunfo, mientras la derrota fue para el importado Bobby Cramer.
Ortiz permitió seis hits , una carrera y ponchó dos bateadores sin otorgar boletos.
Al derecho lo sustituyó el importado Matthew Perisho, quien regaló un boleto y en esta situación el dirigente Offerman trajo al derecho Alberto Arias, quien obligó a batear para doble jugada al bateador designado Erick Almonte, sofocando así la rebelión de los Gigantes.
Arias se anotó salvamento.
Por Licey; Anderson Hernández de 3-2, con una remolcada; Amaury Cazaña de 2-1, doble, anotada, transferencia y ponche; José Bautista doble, transferencia y ponche; Jesús Flores de 3-1, con una remolcada. Ronnie Belliard de 3-1, con un doble y un ponche; Emilio Bonifacio de 1-1, anotada y base por bolas.
Por Gigantes; Antonio Pérez de 3-2; Brayan Peña de 3-1; Kendry Morales de 3-2; Fausto Cruz de 2-1, con jonrón y ponche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario