26 de marzo de 2009

Peligra en RD la estabilidad

Las acciones de protestas se expanden por norte, sur y este
Las protestas incluyen incineración de neumáticos, lanzamientos de piedras y disparos. José Manuel Rodríguez

SANTO DOMINGO. Al menos 25 municipios de 15 provincias y el Distrito Nacional registraron protestas callejeras en demanda de servicios públicos en el primer trimestre del año, y el máximo común denominador reside en la exigencia de construcción o arreglo de calles y carreteras.

La gestión del presidente Leonel Fernández, que apenas agotó siete meses de este cuatrienio, se enfrenta a una situación de inestabilidad social con tres características básicas: espontaneidad, violencia y expansión. Hoy tapa una fuga de inconformidad y rabia colectiva y mañana se le abren tres nuevos brotes.

La curva que cuantifica estas manifestaciones, que incluyen reclamos de agua potable, mejoría en el servicio eléctrico y otras soluciones básicas, tuvo como punto máximo el presente mes, en el que municipios del norte, del este y del sur llegaron a encenderse de manera simultánea.

Pero fue la cibaeña Santiago la provincia que conquistó titulares en la prensa durante casi todos los días del mes, con los enfrentamientos callejeros en Licey al Medio, Navarrete, Puñal, Tamboril y en la capital de provincia.

El barrio santiaguero La Yagüita del Pastor constituyó el caso más emblemático, con sus más de dos semanas de protestas y el cese de las acciones, gracias al inicio de los trabajos de infraestructura. Todavía esta semana los choques entre manifestantes y policías dejaron dos personas heridas y 26 detenidas en Bonao y Salcedo.

Esta situación responde a la acumulación de demandas insatisfechas y promesas incumplidas y a la concentración de la inversión pública en las grandes obras de Santo Domingo y otros pocos centros urbanos, sostiene la socióloga Tahira Vargas. "No se habla en ningún momento de estas obras que son pequeñas, de poca inversión y que se necesitan en esas comunidades".

La estudiosa social cree que la gente humilde dio mucho tiempo de espera al Gobierno, y ya se rompió la tregua. Vargas percibe como elemento peligroso que el gobierno de Fernández no tiene instancias a las que la población pueda acudir a quejarse y encontrar soluciones y, en cambio, las autoridades sólo reaccionan con promesas o acciones cuando la violencia se torna inmanejable. "Eso refuerza (la idea de) que esa es la única opción para que te hagan caso", concluye.

El previsible crecimiento de la ola de protestas tiene el agravante de que no existe un movimiento social nacional con la fortaleza para orientar todos estas expresiones populares hacia un entendimiento entre las comunidades y las autoridades.

Vargas cree que se puede llegar a producir una coordinación, al menos regional, como ha ocurrido antes. Pero percibe alta probabilidad de que el carácter espontáneo se prolongue, "y que entonces terminen siendo situaciones explosivas a nivel social"... "y ahí sí es difícil la cosa".

Pese al temor de estas "explosiones" sociales, la socióloga no ve condiciones para una poblada, como la que se produjo durante el gobierno perredeísta de Salvador Jorge Blanco, luego de la Semana Santa de 1984. Cree que Fernández y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) cuentan con "mayor control social", y eso incluye los programas de asistencialismo y la conquista de dirigentes comunitarios.

La política

El senador perredeísta Jesús Vásquez opinó en un acto político en Santiago que las huelgas responden a promesas incumplidas por parte de Fernández.

El Gobierno toma estas expresiones de respaldo de dirigentes perredeístas, para asegurar que el partido blanco incita al desorden y juega a la ingobernabilidad.

Pero Vargas cree que esta respuesta es clásica en el Poder Ejecutivo, lo dirija el PLD o el PRD. "Éste es un discurso saturado, es como no tener la capacidad de leer los problemas sociales y darte cuenta de tus errores", dice Vargas, quien le ve poca incidencia social al PRD, porque se concentra en sus luchas internas.

Pina, la cumbre y el prd

El secretario de la Presidencia, César Pina Toribio, aseguró ayer que el Gobierno busca satisfacer las múltiples demandas sociales del país y que una parte de esas soluciones surgió de la "Cumbre de Unidad Nacional" que se celebró en febrero. "Justamente los sectores que han estado promoviendo estos paros se rehusaron a participar en la Cumbre y en cualquier tipo de negociaciones o cuando han pretendido (ir) a una mesa de negociación, lo han hecho haciendo planteamientos absolutamente desmedidos", dijo el funcionario en alusión indirecta al PRD.

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