26 de agosto de 2009

Mayoría de las generadoras de electricidad fuera de servicio

Por: Redaccion

SANTO DOMINGO, - De las cuatro decenas de plantas eléctricas dominicanas más de las tres cuartas partes están inactivas por diversas razones, lo que explica los constantes apagones que sufren hoy esta capital y el resto del país.

Acorde con estadísticas oficiosas, sólo 16 de las 40 fábricas de energía generan de manera estable y las otras 24 están apagadas, lo que provoca un déficit superior a los 458 megavatios.

La ausencia del servicio es uno de los detonantes de manifestaciones populares en diversas zonas del país, algunas de las cuales han degenerado en choques con la policía en los cuales se han registrado muertos, heridos y decenas de detenidos.

En las más recientes confrontaciones, la semana pasada, que abarcaron las provincias de Montecristi, Santiago y Valverde (Norte) una persona murió, un suboficial de la policía resultó herido y por lo menos una docena de personas resultaron heridas, a creer reportes oficiales.

Un grupo de encapuchados tomó por asalto una sucursal de la empresa distribuidora estatal dentro de la cual incendiaron neumáticos y cometieron otros actos de vandalismo, según fuentes en el terreno.

Los cortes de electricidad, sistemáticos y cotidianos, son una de las pesadillas diarias de los dominicanos que acuden a mecanismos de defensa acorde con sus recursos para contar con la indispensable bujía en medio de la noche o un ventilador que proporcione la ilusión de una brisa contra la canícula.

La posesión de plantas eléctricas es común entre los segmentos más pudientes que alimentan con ellas el sistema eléctrico de sus residencias, incluidos los equipos de climatización.

En el escalón inferior están las familias que pueden permitirse los inversores, equipos alimentados por baterías y que bastan a una ventilación mínima y el infaltable televisor.

Para los escalones inferiores del poder adquisitivo quedan los malolientes y humeantes quinqués o, peor, las humildes velas que a duras penas logran vencer las tinieblas.

La desesperación de los dominicanos es explicable, pero las soluciones están en el futuro pues las inversiones requeridas para mejorar la situación están fuera del alcance del gobierno.

Ante las quejas y las presiones empresariales, el presidente Leonel Fernández sustituyó la semana pasada al director de la Corporación Estatal de Empresas Eléctricas Estatales, Rhadamés Segura, y nombró al empresario Celso Marranzini, un crítico permanente de la gestión oficial.

Marranzini reveló que el mandatario lo convocó a Palacio y no pudo negarse a la designación, que puede considerarse el clásico "clavo ardiente".

Su designación creó expectativas entre sus colegas empresarios, algunos de los cuales se dicen listos a invertir en el sector, pero no han trascendido el reino de las especulaciones pues el servicio, cuya tarifa aumentó semanas atrás, sigue hundido en las penumbras.

Las esperanzas de una mejoría son irreales, pero la impaciencia de los abonados es tal que el flamante director se vio obligado a pedir paciencia y hacer una aclaración lapidaria:"Yo no soy el mago Merlin para resolver el problema eléctrico del día a la noche".

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