4 de septiembre de 2009

Micheletti dice que no dará marcha atrás y Chávez se equivocó en Honduras

Tegucigalpa, (EFE).- El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, afirmó hoy que no dará "ni un paso atrás" en su gobierno y que el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, "se equivocó" al pretender "comprar conciencias" en este país. "No hay ni un paso atrás, ni para agarrar impulso", advirtió Micheletti en un discurso ante miles de participantes en una marcha contra Chávez que culminó en una plaza frente a la Casa Presidencial en Tegucigalpa.

El presidente venezolano creyó "que con un poco de combustible, y no de él, (sino) del pueblo venezolano, iba a venir a comprar conciencias a nuestro país: se equivocó Chávez", sentenció.

El Gobierno de Manuel Zelaya, derrocado por los militares el 28 de junio, el mismo día en que el Parlamento designó presidente a Micheletti, adhirió a Honduras a Petrocaribe, programa venezolano de suministro de petróleo en condiciones ventajosas, en el que continúa el régimen de facto a pesar de que rompió con Venezuela.

"Esto que pasó el 28 de junio que sirva para cualquier político que entre" por la vía de las elecciones "y se quiera quedar en el poder" por la influencia "de un dictador como Hugo Chávez", aseveró Micheletti en alusión a la estrecha relación entre Zelaya y el presidente venezolano.

"Vamos a morir si es necesario para defender nuestra patria, nuestra democracia y nuestra Constitución", aseguró Micheletti, mientras los manifestantes coreaban frases como "¡Fuera Chávez!", "¡Dignidad, dignidad!" y "¡No tenemos miedo!".

El gobernante hondureño reiteró que entregará el poder el 27 de enero de 2010 al ganador de las elecciones del 29 de noviembre.

Las marchas contra Chávez se celebraron en Tegucigalpa, San Pedro Sula (norte), Choluteca (sur) y La Ceiba y la isla de Roatán (estas dos últimas en la zona del Caribe), organizadas por la Unión Cívica Democrática (UCD) y otras agrupaciones civiles hondureñas.

Honduras se sumó así a la iniciativa de una plataforma civil colombiana que convocó las manifestaciones contra el gobernante venezolano en decenas de ciudades de todo el mundo a través de Facebook y Twitter.

Micheletti participó junto a su esposa, Siomara Girón, y funcionarios de su Gobierno en la marcha de Tegucigalpa, que recorrió poco más de un kilómetro desde un bulevar en el este de la ciudad hasta la Casa Presidencial.

Durante el recorrido, y fuertemente escoltado, Micheletti subió a un puente para peatones a saludar a los manifestantes, que en su mayoría vestían de blanco y portaban banderas hondureñas y pancartas con leyendas contra Chávez y Zelaya.

Por su parte, el frente de resistencia popular que respalda a Zelaya llevó a cabo una nueva manifestación pacífica en otro sector de Tegucigalpa para exigir su reinstalación en el poder y la convocatoria de una Asamblea Constituyente.

El dirigente campesino Rafael Alegría, uno de los coordinadores del movimiento, exhortó a los simpatizantes de Zelaya a "no retroceder, no desanimarse, porque se está ganando la batalla" por el regreso del depuesto gobernante.

"Esta es una victoria anunciada; no sabemos exactamente el día del triunfo, pero se va a dar", aseguró.

La marcha salió de las cercanías de un hospital estatal y recorrió varias colonias populosas del sector norte de Tegucigalpa hasta concluir en el parque central.

Alegría también expresó la satisfacción del frente de resistencia porque Estados Unidos suspendió ayer su ayuda económica a Honduras, entre otras medidas de apoyo a Zelaya y de presión al régimen de Micheletti, que no ha sido reconocido fuera de Honduras.

"Esto va a crear una tremenda situación de impacto en esta débil economía que tiene Honduras", señaló el dirigente a los periodistas.

Pidió que no se culpe a Zelaya ni a la resistencia por esas medidas de Washington, porque "si hay alguien responsable de esta situación son los golpistas", entre los que mencionó a Micheletti, los militares, "un grupo selecto de la empresa privada" y a las iglesias católica y evangélica.

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