España celebra su Fiesta Nacional marcada por abucheos a Zapatero

Tamaño del Texto - Pequeño - Normal - Grande - Muy Grande - Extra Grande Madrid, 12 oct (EFE).- Los españoles celebraron hoy la Fiesta Nacional con el tradicional desfile militar, un acto que sirvió para rendir homenaje a las misiones en el exterior y que estuvo marcado por los abucheos y gritos contra el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. El buen tiempo de Madrid en pleno mes de octubre hizo que miles de personas salieran a la calle a presenciar el desfile. La llegada al acto de Zapatero fue acogida con silbidos y abucheos por el público que asistió al desfile y que profirió gritos de "fuera, fuera", "Zapatero dimisión" y "Zapatero embustero". Los Reyes, acompañados por la Familia Real al completo y Zapatero, presidieron el acto, en el que estuvieron acompañados por miembros del Gobierno, representantes de partidos políticos (entre ellos el líder de la oposición, el conservador Mariano Rajoy) y del poder judicial y autoridades regionales y militares. También estuvieron presentes los embajadores de numerosos países, aunque no el de Estados Unidos, quien tras ser designado por Barack Obama, aún no ha entregado sus credenciales en España. Más de 4.200 militares, 209 vehículos y 58 aeronaves participaron en el desfile, al que asistieron representantes de las más altas instituciones del Estado y que por primera vez en la historia contó con la presencia institucional de la región del País Vasco (norte), en concreto su consejero de Interior, Rodolfo Ares. En declaraciones posteriores, Ares afirmó que se sentía orgulloso de haber representado al Gobierno vasco y por tanto al conjunto de la sociedad vasca. Como cada año, el momento más emotivo de la ceremonia, con la que se conmemora también el Día de la Hispanidad, fue el homenaje a los caídos, en el que 38 familiares de víctimas de miliares y guardias civiles fallecidos este año "en acto de servicio" protagonizaron la ofrenda, junto con el Rey Juan Carlos, Zapatero y los presidentes del Congreso y Senado, José Bono y Javier Rojo, respectivamente. Antes de volver a la tribuna, Don Juan Carlos, vestido con su uniforme de capitán general de las Fuerzas Armadas y sin la barba que lucía desde este verano, aprovechó para saludar uno a uno a los familiares de las víctimas. Este año la Fiesta Nacional se dedica a la conmemoración de los veinte años de participación española en misiones internacionales. Por ello desfilaron las banderas de las organizaciones internacionales bajo las que están desplegadas las tropas, como ONU, Unión Europea y OTAN. Como se ha repetido en años anteriores, la llegada de Zapatero al escenario central provocó los primeros gritos de "fuera, fuera" y "Zapatero dimisión" por parte de un sector del público asistente, que volvió a protestar en el momento del homenaje a los caídos y al finalizar el desfile, una hora y media después de comenzar. De modo distendido y antes de la llegada de los Reyes, Zapatero, en una conversación con la ministra de Defensa, Carme Chacón, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, asumió las protestas y consideró que ya forman parte del rito. Una vez finalizado el desfile, la mayoría de los invitados se desplazó al Palacio Real, donde los Reyes ofrecen una recepción a representantes de diversos ámbitos sociales. EFE