8 de octubre de 2009

Grandes empresas españolas buscan en Brasil una salida a la crisis

Sao Paulo, (EFE).- La búsqueda a una salida a la crisis ha llevado a Telefónica, Banco Santander, Mapfre y la constructora OHL a fortalecer sus operaciones en Brasil, en lo que parece ser el relanzamiento de las empresas españolas en el país sudamericano. La venta de acciones de la subsidiaria de Santander en Brasil se convirtió el martes en la mayor operación bursátil de este año en el mundo, Telefónica anunció ayer una oferta por el control de una importante operadora brasileña, Mapfre negocia una asociación con el gigante Banco do Brasil y OHL quiere colocar en bolsa sus concesionarias de carreteras brasileñas.

Las grandes compañías españolas parecen conscientes de que la crisis apenas golpeó la emergente economía brasileña, que ha crecido una media de un 4,7% entre 2004 y 2008, y han trasladado al país sudamericano buena parte de su apuesta para evitar los estragos de la recesión, según especialistas consultados hoy por Efe.

El analista Mario Theodoro, director de Estudios y Política Internacional del estatal Instituto de Pesquisa Aplicada (IPEA), opinó en conversación con Efe que se trata de "movimientos muy bienvenidos porque suponen un aporte mayor de capitales para Brasil y muestra que creen en el mercado del país".

Mientras todos los indicadores económicos apuntan a que España sólo comenzará a salir de la crisis, y de forma muy paulatina, bien entrado el año 2010, Brasil, donde ya se empieza a hablar abiertamente de "postcrisis", aparece como una apuesta segura.

La agencia estadounidense de calificación de riesgos Moody's le otorgó a Brasil recientemente el "grado de inversión", algo que celebró con entusiasmo el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que espera que el país salga de la crisis como la quinta o sexta economía del mundo.

De hecho, los economistas de los bancos, que preveían que el Producto Interior Bruto cerraría 2009 en números rojos, han revisado sus estimaciones y consideran ahora que el país terminará el año con crecimiento y en 2010 registrará un 4,5% en positivo.

El Santander, en la que probablemente será la mayor operación bursátil del mundo en el año, puso en el mercado el 16% de su filial brasileña, 600 millones de títulos "units" (cada uno con 55 acciones ordinarias y 50 preferentes), en un movimiento para captar más de 14.000 millones de reales (alrededor de 8.000 millones de dólares).

La acción del banco vino acompañada del anuncio hecho por Telefónica que presentó una oferta pública de adquisición (opa) por el 100% del capital de la empresa brasileña de telecomunicaciones GVT.

El anuncio de la operación, que representará una inversión de más de 3.700 millones de dólares, provocó que la cotización de la compañía sudamericana ganara un 13,74% en la bolsa de Sao Paulo.

Además, en el marco de su política de expansión internacional, el grupo asegurador Mapfre hizo pública a principios de semana la negociación de una "alianza estratégica" con el estatal Banco do Brasil para constituir una compañía de seguros que controlaría el 16% del mercado del país sudamericano.

Pero la veda de los grandes movimientos empresariales españoles en el mercado brasileño fue abierta a mediados del mes pasado por la constructora Obrascón Huarte Laín (OHL), que pidió a las autoridades la constitución de sus concesionarias en el país como compañías de capital abierto.

Según Theodoro, los españoles "no están huyendo de la crisis en su país" sino "diversificando su cartera" con inversiones en Brasil, que se muestra como una "apuesta segura a corto plazo".

"En un mundo que todavía está afectado por la crisis, se ve Brasil como un lugar con mayor seguridad. Estos movimientos refuerzan la idea de que Brasil resolvió bien el momento de crisis", comentó Theodoro.

Sin embargo, el analista también advirtió que las operaciones de las empresas españolas suponen la "internacionalización de dos sectores estratégicos: finanzas y telecomunicaciones", lo que, estima, debe ser sometido a ciertos controles.

"Desde el punto de vista estratégico, tanto telecomunicaciones como el sector financiero, lo ideal es que su internacionalización sea limitada. Entonces, en Brasil tenemos que encender una luz de alerta", agregó.

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