11 de octubre de 2009

Vehículos se desplazan por las calles violando todas las normas

Por: SALVADOR E. BATISTA VALENZUELA

SAN JUAN DE LA MAGUANA.- El caos en que se desenvuelve el tránsito en esta ciudad es verdaderamente preocupante y al parecer la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet) se ha declarado incompetente para erradicarlo.

El peor comportamiento es el de los motociclistas, quienes careciendo casi siempre de licencia y casco protector para conducir, y sus vehículos desprovistos de seguro y placa, son los más desafiantes en calles, caminos y carreteras, los cuales se ven frecuentemente envueltos en colisiones.

Es común observar a menores de edad conduciendo vehículos de motor ante la indiferencia de los agentes de Amet, que se limitan a solicitar la licencia de conducir y otros documentos a conductores por no llevar el cinturón de seguridad, mientras en ese instante transitan bajo la vista de ese mismo agente un motociclista sin casco protector.

Lo mismo sucede con niños o adolescentes transitando en vía contraria y por el carril de la izquierda, contra los vehículos que se desplazan por su derecha. Una conducta muy común es que al doblar en cualquier esquina, penetren entre el conten y el vehículo que dobla.

En ocasiones, los agentes de tránsito hacen operativo e incautan las motocicletas, pero inmediatamente sus dueños pagan la multa, vuelven a las calles a violar flagrantemente la ley 241 y otras normas de tránsito.

Si usted sale a caminar debe tener sumo cuidado al cruzar las calles o al desplazarse por las aceras, porque los conductores de motocicletas con mucha frecuencia prefieren desplazarse raudos por las aceras, llevándose por delante al peatón.

Otra violación es cuando adultos o menores conducen motocicletas con dos, tres, cuatro y hasta cinco ocupantes, poniendo en riesgo la vida de todos, lo que parece ser una cultura de los motociclistas, adoptada también por los agentes de la Amet que lo tolera.

La luz roja de los semáforos de esta ciudad es violada de forma olímpica, a tal nivel que ya es un hábito. En este caso no sólo lo hacen los motociclistas, sino también conductores de vehículos de altos cilindrajes, como automóviles, camiones y minibuses que se desplazan a muy alta velocidad.

En el hospital doctor Alejandro Cabral de esta ciudad, se pueden observar personas de distintas edades y sexos con fracturas y politraumatismos fruto de accidentes de tránsito, casi siempre asociados a motocicletas conducidas de forma temeraria.

Los dueños de esos infernales vehículos le recortan o quitan el mofler para hacer un ruido estridente que contamina el ambiente y crea irritabilidad en la población, que ya no sabe que hacer en su indefensión.

Al parecer se necesita de otras autoridades de tránsito que hagan valer la ley y el orden, para evitar tantos accidentes fatales y las tensiones con que la mayoría de conductores y peatones están sometidos al desplazarse por la ciudad.

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