11 de febrero de 2011

Fiestas y preocupación en el mundo por renuncia de Mubarak


Junto a la euforia hay temor en Europa y Occidente debido a que la inestabilidad en Egipto puede afectar el proceso de paz entre israelíes y palestinos
Egipcios mientras celebran la renuncia de Mubarak. EFE
LONDRES 11 feb.-.-En Túnez y Líbano hubo fuegos artificiales, en Gaza la gente repartía caramelos y en las redes sociales éste era el mensaje más usado: "¡Felicidades a Egipto!", tras la salida de Hosni Mubarak.
Las autoridades europeas celebraron la resistencia de los manifestantes en El Cairo, que crearon una revolución en la capital por 18 días para exigir sus derechos, y prometieron que ayudarían a que el Egipto logre la transición a la democracia.
"En sus ojos se puede ver el poder que tiene la libertad", dijo la canciller alemana Angela Merkel sobre los manifestantes y agregó que con su renuncia Mubarak le había rendido "el último servicio al pueblo egipcio".
Pero junto con los mensajes de esperanza había preocupación sobre el futuro de uno de los miembros más importantes del proceso de paz en Medio Oriente, además de una sensación de culpa por la colaboración cercana de muchos países occidentales con el régimen de Mubarak.
Merkel confió en que aquel que tome el poder trabaje para "mantener la paz en Medio Oriente y respete los tratados que se lograron con Israel".
El presidente francés Nicolas Sarkozy dijo que se necesitan reformas rápidamente para que Egipto pueda mantener su "lugar en el mundo al servicio por la paz".
El mandatario estadounidense Barack Obama, cuya administración tuvo que decidirse entre el apoyo a los manifestantes y el respaldo a su viejo aliado Mubarak, dijo que la salida del presidente egipcio es el principio y no el fin de la transición a la democracia en el país africano. El vicepresidente Joe Biden calificó la renuncia como un "momento de transición en la historia" y dijo que el cambio será irreversible.
Pero más allá de la incertidumbre la euforia se impuso en las calles. En Túnez, cuya revolución popular llevó a la salida del dictador Zine El Abidine Ben Alí el mes pasado y detonó las protestas en Egipto, los gritos de celebración y las bocinas de los automóviles no se hicieron esperar tras la noticia.
En Beirut hubo fuegos artificiales, y en otros casos disparos al aíre, para celebrar en la capital libanesa, minutos después de que el vicepresidente egipcio Omar Suleiman informó que Mubarak le había entregado el poder a las fuerzas armadas. En Mauritania la gente salió a pie y en sus autos rumbo a la capital Nuakchot, para celebrar.
En Sudáfrica varios funcionarios dijeron que la renuncia de Mubarak ocurrió en la misma fecha que la liberación de Nelson Mandela hace 21 años.
"No se puede negar la importancia simbólica de este día y la liberación de Mandela y cómo afectó eso en un nuevo proceso para Sudáfrica", dijo Ayanda Ntsaluba, director general del ministerio de relaciones exteriores de Sudáfrica. "Esperemos que esta coincidencia afortunada haga que la gente de Egipto lo recuerde y diga que éste fue de hecho el comienzo de una época mejor".
Algunos funcionarios europeos y estadounidenses han expresado su preocupación pues la inestabilidad en el país podría afectar el proceso de paz entre los israelíes y los palestinos, además de dar mayor espacio a las fuerzas islamistas como la Hermandad Musulmana egipcia. Muchos temen también que el control militar no termine con los abusos a los derechos de los civiles cometidos durante las casi tres décadas de mandato de Mubarak.
Por lo pronto en Gaza, muchos palestinos salieron a las calles. Las mujeres repartían caramelos y hombres armados disparaban al aire. "Dios bendiga a Egipto, es un día de felicidad y si Dios quiere todos los líderes corruptos del mundo caerán", dijo Radua Abu Alí, de 55 años, una de las participantes que distribuía dulces.
Los líderes de Hamas instaron a Egipto a abrir la frontera con Gaza. "Egipto escribió hoy un nuevo capítulo en la historia de las naciones árabes y puedo ver que el bloqueo a Gaza se tambalea", dijo el primer ministro Ismail Haniyeh. Hamas envió refuerzos a la frontera para evitar desórdenes.
Incluso en Israel, donde la revuelta de 18 días contra Mubarak se siguió con aprensión, un ex ministro dijo que el ex mandatario hizo lo correcto. "La calle ganó", dijo al canal 10 el ex jefe de Defensa Binyamin Ben-Eliezer, quien había hablado con Mubarak el jueves. "No había nada que hacer. Es bueno que haya hecho lo que hizo".
El ministro polaco del exterior Radek Sikorski, cuyo país terminó con un gobierno comunista represivo hace 21 años, dijo que los cambios por los que pasa Egipto "crean esperanza y ansiedad".
El secretario general de Amnistía Internacional Salil Shetty estaba de acuerdo y dijo que la salida de Mubarak "no es el fin".
"El sistema represivo que han sufrido los egipcios por tres décadas no ha desaparecido y el estado de emergencia sigue en pie", dijo.
En Suiza las autoridades congelaron los bienes de Mubarak y su familia.
Un comunicado conjunto del presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, la titular de política exterior de la unión Catherine Ashton, y Jose Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea dijeron que la Unión Europea "reconoce el coraje del pueblo egipcio". Pidieron la formación de un gobierno civil.
El secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon pidió también "el pronto establecimiento de un gobierno civil", mientras que el secretario del exterior William Hague advirtió a las autoridades militares recientemente instaladas que deben evitar el retroceso a las viejas políticas.
Los líderes latinoamericanos abogaron por una transición pacífica y destacaron la participación ciudadana en las movilizaciones contra el mandatario.
En Ecuador el vicecanciller Kintto Lucas lamentó que la renuncia de Mubarak "no se haya producido antes" por los muertos y los heridos tras las movilizaciones.
"Es una alegría para el pueblo egipcio, pero es una alegría para el mundo que haya renunciado", señaló.
En Caracas, el canciller venezolano Nicolás Maduro en declaraciones dijo que "nadie debe inmiscuirse en los asuntos internos del pueblo de Egipto".
Maduro dijo al canal privado Venevisión que era "repudiable" la actitud de Washington de tratar de "monitorear, dirigir a un país del poder del Egipto".
"Cada país debe saber regular, canalizar sus crisis, sus procesos políticos, tomar sus propias determinaciones", agregó el canciller venezolano.
En un tono similar el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad dijo, antes de la renuncia de Mubarak, que la insurrección popular egipcia anunciaba el surgimiento de un nuevo Medio Oriente islámico, en el cual no habrá señales de Israel ni de la "injerencia" de Estados Unidos.

De AP

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