El sacerdote Carlos Manuel Santana. (Foto: Aneudy Tavárez)
SANTIAGO. "Amigos estoy sin celular. Un prójimo me pidió que lo confesara después de misa, y cuando le daba la absolución me sacó el celular del bolsillo y algo de dinero. Por ahora estoy incomunicado telefónicamente".
Con esas palabras, el canciller del arzobispado de Santiago, el sacerdote Carlos Manuel Santana, describe en su cuenta de Facebook cómo fue asaltado por un joven al que había "confesado" en una iglesia.
El cura, quien además es asistente del arzobispo Ramón Benito de la Rosa y Carpio, narró que el joven se veía "triste" y le dijo que quería confesarse a lo que el sacerdote accedió.
El religioso manifestó que cuando confesó y dio la absolución al joven éste le dijo que sentía un gran alivio y que se había quitado un gran peso de su alma.
Manuel Santana explicó que después el joven de unos 25 anos de edad, lo abrazó y rápidamente le sacó dinero del bolsillo, le arrebató el celular y se fue corriendo.
El ladrón se hizo pasar por uno más de los fieles que esperaban para recibir el sacramento de la confesión en la iglesia de Maus en el centro histórico de Santiago.
Este hecho ocurre en momentos en que Santiago se ha convertido en una de las ciudades más inseguras del país, debido al incremento de los hechos delictivos, como robos, asesinatos, tráfico de droga y asaltos.
Con esas palabras, el canciller del arzobispado de Santiago, el sacerdote Carlos Manuel Santana, describe en su cuenta de Facebook cómo fue asaltado por un joven al que había "confesado" en una iglesia.
El cura, quien además es asistente del arzobispo Ramón Benito de la Rosa y Carpio, narró que el joven se veía "triste" y le dijo que quería confesarse a lo que el sacerdote accedió.
El religioso manifestó que cuando confesó y dio la absolución al joven éste le dijo que sentía un gran alivio y que se había quitado un gran peso de su alma.
Manuel Santana explicó que después el joven de unos 25 anos de edad, lo abrazó y rápidamente le sacó dinero del bolsillo, le arrebató el celular y se fue corriendo.
El ladrón se hizo pasar por uno más de los fieles que esperaban para recibir el sacramento de la confesión en la iglesia de Maus en el centro histórico de Santiago.
Este hecho ocurre en momentos en que Santiago se ha convertido en una de las ciudades más inseguras del país, debido al incremento de los hechos delictivos, como robos, asesinatos, tráfico de droga y asaltos.
De Cornelio Batista
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