SANTO DOMINGO. Apenas visible
entre un grupo de escoltas, con un casco en la cabeza y un chaleco antibalas
sobre su blusa amarilla, Mary Peláez salió hoy a pasos cortos del viejo
edificio de la Suprema
Corte de Justicia.
Allí la Primera Sala
Penal de la Corte
de Apelación del Distrito conoció un recurso de apelación de su condena de 15
años por lavado de activos relacionado con el puertorriqueño David Figueroa
Agosto, condenado en su país a 209 años por narcotráfico.
Sin embargo, los jueces decidieron aplazar para el día 20 de agosto el
conocimiento de la apelación, tanto de su sentencia como de Juan José Fernández
Ibarra, Sammy Dauhajre, Ivanovich Smester y Eddy Brito, ex esposo de Sobeida
Félix Morel.
A la salida, en la explanada del edificio, la abogada Ingrid Hidalgo le
vociferó que dónde le dejo la bufanda y Mary respondió con una voz baja que se
la dejó con la mujer del baño. Luego la introdujeron en una camioneta para
llevarla a Najayo Mujeres, donde guarda prisión.
Ninguno de los demás condenados por el llamado caso Figueroa Agosto salió con
casco o con chaleco antibalas del edificio. Tanto Brito como Ibarra salieron
esposados y sin estar dentro de un círculo de escoltas con armas largas.
En 2010, cuando se conoció el caso, los
condenados y Sobeida Félix -condenada a cinco años- acudían y salían de los
tribunales en medio de fuertes dispositivos de seguridad.
En esta ocasión, el aplazamiento, según
explicaron abogados, se debió a que no asistieron a la audiencia los abogados
de Madeline Bernard, la viuda del coronel Amado González, que fue asesinado por
sicarios y a quien vinculaban con el narcotraficante David Figueroa Agosto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario