24 de febrero de 2015

Rajoy dice que España crecerá más y anuncia medidas sociales

MADRID, España. El jefe de gobierno español Mariano Rajoy (derecha) habla durante el último debate anual sobre el estado de la nación de la legislatura, este martes 24 de febrero. AP
POR AP

MADRID. El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró el martes que la economía española crecerá un 2,4% en 2015, cuatro décimas más de lo esperado, y que se crearán un millón de empleos en apenas dos años.

En el último debate anual sobre el estado de la nación de esta legislatura, Rajoy afirmó que la crisis económica que ha sacudido el país los últimos siete años es historia, pero se propuso perseverar en el esfuerzo para reducir una tasa de desempleo del 23,7% que calificó de "inaceptable".

El presidente del gobierno, criticado por la oposición por su tono excesivamente triunfalista, anunció una batería de medidas sociales de apoyo a las clases medias. Las propuestas -que incluyen bonificaciones a los contratos indefinidos y un marco de apoyo a las familias para reestructurar sus deudas- se pondrán en marcha pocos meses antes de las elecciones generales previstas a final de año.

"Una nación que ha salido de la pesadilla, se ha rescatado a sí misma, vuelve a ser atractiva para los inversores y ve cómo crecen el consumo y la inversión", dijo Rajoy ante el Parlamento. "Si en tres años hemos logrado entre todos superar lo más difícil que era detener la caída y recuperar la situación, ¿qué puede impedirnos acelerar el ritmo de crecimiento?".

"Ha llegado la hora de acelerar la marcha", añadió.

Rajoy desgranó durante algo más de una hora y media la política del conservador Partido Popular en poco más de tres años de mandato. El mandatario dijo que heredó un país en situación crítica tras el colapso del sector inmobiliario y un déficit público desbocado.

Rajoy defendió los recortes aplicados a sectores como sanidad y educación y las subidas de impuestos como inevitables. El presidente dijo que la crisis supuso una merma de 70.000 millones de euros (79.320 millones de dólares) a las arcas públicas, que hacían inviable el estado del bienestar sin ajustes. Rajoy afirmó que su decisión más importante hasta la fecha fue no pedir un rescate como el de Grecia a la Unión Europea.

"La gran medida de política social de la legislatura fue evitar el rescate, la mejor", aseguró. "Queríamos decidir sobre nosotros mismos, y mientras otros se vieron obligados a tomar medidas drásticas, nosotros no lo hicimos".

Rajoy dijo que su gestión ha dado resultados y que en apenas tres años España ha pasado de ser el problema de Europa a su locomotora económica: tanto en crecimiento como en creación de empleo. España creció 1,4% en 2014 después de cinco años de contracción y el jefe del gobierno revisó al alza -hasta el 2,4% dese el 2% pronosticado- sus previsiones para 2015.

Agregó que el consumo crecerá un 3% este año y anunció una tímida subida en la compra de viviendas tras siete años consecutivos de caídas en el sector y un descenso acumulado de precios que ronda el 60% de media según algunos indicadores.

Según Rajoy, las reformas han sentado las bases de un futuro económico prometedor, pero advirtió de los riesgos de variar el rumbo, en clara alusión a próximas citas electorales. En ese sentido, alertó del alto endeudamiento de España, que roza el 100% del Producto Interno Bruto, y el desempleo.

Rajoy afirmó que espera la creación de 500.000 empleos este año, que sumados a los 470.000 del 2014 suman 1 millón en apenas dos años. Sin embargo, admitió que la tasa de desocupación cercana al 24% no es admisible y se propuso crear 3 millones de puestos de trabajo en los próximos años.

"Hemos detenido la caída y dejado de destruir puestos de trabajo y estamos abriendo las puertas del empleo", dijo. "Aunque aún queda mucho por hacer, estamos mejorando".

La economía centró la mayor parte de la intervención de Rajoy. El presidente despachó en apenas unos minutos los casos de corrupción que han afectado a su partido y a las administraciones públicas en general.

Tampoco se detuvo excesivamente en el movimiento independentista de Cataluña. Rajoy insistió en que está dispuesto a dialogar, pero que no permitirá la ruptura unilateral de España.

"Quiero reiterar una vez más que nunca aceptaré que se ponga en tela de juicio la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de los españoles y sus derechos fundamentales", afirmó.

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