POR LILLIAM FONDEUR
Prevención del tétano en el embarazo
A pesar de tratarse de una enfermedad evitable mediante una inmunización (aplicación de vacunas) de la embarazada, el tétano sigue causando numerosas muertes a los y las bebés, en el periodo inmediato al nacimiento (neonatal). Hay países que no presentan casos de tétano neonatal, pero existen algunos en los que la enfermedad afecta del 0.5 por ciento, al 10 por ciento o más de todos los nacidos vivos. En países como el nuestro las probabilidades de muerte por tétano neonatal son altas, por lo que debemos tomar las debidas precauciones.
Las buenas prácticas de higiene durante el parto y el cuidado de la herida umbilical (ombligo), hasta que cicatriza, son importantes para prevenir el tétano neonatal. La inmunización adecuada de mujeres con toxoide tetánico (TT), previene el tétano en el recién nacido y en la madre. El recién nacido queda protegido gracias a los anticuerpos antitoxinas maternos (protectores de la madre), que pasan por la placenta al sistema circulatorio del bebé.
La aplicación de la vacuna se realiza a partir del segundo o tercer trimestre del embarazo. En la mujer que se embaraza por primera vez, el esquema de vacunación recomendado con el fin de prevenir el tétano neonatal es de dos inyecciones de TT, administrado con un intervalo de seis semanas como mínimo. Esta vacuna producirá en la mujer títulos protectores de anticuerpos antitoxina que durarán varios años. Algunos autores recomiendan una tercera dosis o una dosis de refuerzo a los 6 a 12 meses de la primera vacunación.
Las mujeres tratadas con una serie primaria de dos dosis de TT deben recibir dosis adicionales de refuerzo en un próximo embarazo. La vacuna debe administrarse después del cuarto mes de embarazo y un mes antes, como mínimo, a la fecha prevista del parto.
Los recién nacidos aun recibirán protección satisfactoria (pero no óptima) cuando se administra a la madre dos dosis de TT con cuatro semanas de intervalo, de manera que quedan dos semanas entre la segunda dosis y el parto. Los intervalos más cortos no pueden considerarse satisfactorios, pero pueden usarse si no hay otra alternativa.
El caso de mujeres a las que se vacuna por primera vez durante la gestación, el parto prematuro podría reducir la protección del recién nacido, ya que los anticuerpos antitoxina de la madre, serían insuficientes para pasar al bebé.
En áreas de alto riesgo de tétano neonatal, en base a que no se han observado efectos teratogénicos (dañinos para el bebé) del toxoide tetánico, se recomienda iniciar la primera dosis o aplicar la de refuerzo en la primera consulta que efectúe la embarazada. El intervalo entre la primera y la segunda dosis siempre debe ser mayor de 4 semanas.
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