ENTRE COMILLAS
El presidente Fidel Castro renunció el martes a la presidencia de Cuba, anunciando que no aceptará ser reelegido al cargo tras cinco décadas en el poder y abriendo una gran incógnita sobre el futuro político de la isla.
“A mis entrañables compatriotas, que me hicieron el inmenso honor de elegirme en días recientes como miembro del Parlamento... les comunico que no aspiraré ni aceptaré, repito, no aspiraré ni aceptaré, el cargo de presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe”, expresó el mandatario en un comunicado publicado en los medios de prensa oficiales, en referencia a las elecciones del próximo domingo.
Castro, de 81 años de edad, no ha sido visto en público desde julio del 2006 cuando fue sometido a una serie de operaciones y delegó poderes interinamente a su hermano, el vicepresidente Raúl Castro.
“Era incómoda mi posición frente a un adversario que hizo todo lo imaginable por deshacerse de mí y en nada me agradaba complacerlo”, comentó Castro en su mensaje del martes al referirse a la enfermedad intestinal que lo puso al borde de la muerte y lo alejó de su jefatura en julio del 2006.
“Por otro lado me preocupó siempre, al hablar de mi salud, evitar ilusiones que en el caso de un desenlace adverso, traerían noticias traumáticas a nuestro pueblo en medio de la batalla”, dijo. Por ese motivo, Castro aseguró que “traicionaría” su conciencia “ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total, que no estoy en condiciones físicas de ofrecer”.
Desde que delegó poderes a su hermano, la salud del líder y el futuro de la única nación comunista del hemisferio han sido objeto de toda suerte de especulaciones, tanto dentro como fuera de la isla. Se le veía sin embargo esporádicamente en la televisión, en videos difundidos por la prensa estatal recibiendo a mandatarios o funcionarios extranjeros, como los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela o Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil.
En las últimas semanas el mandatario había enviado mensajes contradictorios sobre cuál sería su decisión de cara al futuro, sobre todo a partir de que fue elegido diputado en enero, un requisito para luego salir reelegido como presidente del Consejo de Estado. En el comunicado del mandatario no queda claro quién ocupará el máximo cargo o si se hará definitivo el traspaso a su hermano Raúl, de 76 años de edad, pero la renuncia ciertamente abre las puertas para una toma de posesión definitiva del menor de los Castro.
“Afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución”, comentó el mandatario. Tampoco queda claro cuál será el futuro de Fidel Castro ahora, si mantendrá algún cargo siquiera simbólico en el liderazgo cubano.
Nacido el 13 de agosto de 1926 en el este de Cuba donde su padre, un inmigrante español, dirigía una próspera plantación, el mandatario recibió una educación esmerada y religiosa antes de convertirse en un carismático líder estudiantil.
En 1953 dirigió el fallido asalto al Cuartel Moncada, una iniciativa que fracasó pero que dio impulso a su movimiento rebelde y eventualmente al derrocamiento del dictador Fulgencio Batista en 1959. Castro desde entonces había dirigido los destinos de esta pequeña isla del Caribe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario