20 de abril de 2008
GINECOLOGÍA ACTUALIZADA
POR LILLIAM FONDEUR
¿A quién beneficia la esterilización quirúrgica?
Las estadísticas nacionales muestran que el 70% de las mujeres en edad fértil utiliza algún método anticonceptivo. De estos, la esterilización quirúrgica (prepararse, como también le llaman) es el más empleado. Si partimos de las estadísticas de cobertura en anticoncepción, no tenemos dónde ubicar los embarazos no deseados, los embarazos en adolescentes, los abortos clandestinos. ENDESA 2002 informa que casi la mitad (46.8%) de las mujeres casadas o con uniones estables está esterilizada. La mujer esterilizada no puede tener más hijos, a menos que recurra a técnicas de reproducción asistida.
La mujer tiene derecho a decidir si tiene hijos o no, cuántos y cuándo tenerlos. Según los Derechos Sexuales y Reproductivos, ratificados por nuestro país, la mujer tiene además derecho a obtener información actualizada sobre los métodos anticonceptivos seguros y aceptables para regular la fecundidad. Estoy totalmente de acuerdo con que la mujer decida sobre su fecundación, pero es importante informarlas sobre las diversas opciones.
La esterilización quirúrgica es un método definitivo, la mujer tiene que estar bien conciente de que no hay vuelta atrás. Es una decisión que debe tomarse con tranquilidad y conciencia, no “para aprovechar y salir de eso”.
Con aire de dioses, las y los galenos decidimos por las mujeres o manipulamos la información, supuestamente para beneficio de ellas. No queremos invertir tiempo en educar acerca del abanico de métodos anticonceptivos que existen en el mercado. Con la esterilización quirúrgica ofrecemos un método 100% seguro. Se le quita a la mujer la capacidad de decidir, y quien dispone es el médico,”autoridad en salud”.
A la hora de decidir esterilizar a la mujer hay muchos factores a tomar en cuenta: la condición de salud, la edad, el número de descendientes vivos, la situación económica. A pesar de ello, son muchas las mujeres de menos de 20 o 25 años esterilizadas, en un país con una alta tasa de divorcios o de ruptura conyugal. A posteriori, por diversas causales entre ellas cambio de pareja, muchas de estas mujeres desean un embarazo.
La esterilización quirúrgica le arrebata a la mujer una de sus armas a la hora de negociar el condón, sobre todo en relaciones estables, donde la fidelidad es sobrentendida. No es casualidad la alta incidencia de VIH en mujeres casadas. Ellas asumen que su compañero es fiel, y que en caso de no serlo, utilizará un preservativo con la otra pareja, sin tener en cuenta que no siempre es así.
A esto le agregamos la imposibilidad de la mujer dominicana de negociar el uso del condón, debido a su situación de subordinación económica y cultural. Invito a los médicos y médicas a analizar esa realidad a la hora de sugerirle a la mujer una esterilización quirúrgica.
lfondeur@gmail.com
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