2 de mayo de 2009

Alburquerque dice LF estimula la corrupción al no castigarla

El presidente del PRD, Ramón Alburquerque, considera que los daños causados por el Presidente Leonel Fernández y el PLD al país por su estímulo a la corrupción mediante la falta de castigo, permisividad a los abusos y excesos de los funcionarios públicos miembros del Comité Político del partido oficial, la indiferencia ante el enriquecimiento acelerado y su exhibición imprudente, la práctica del clientelismo usado permanentemente por el propio jefe del estado en persona, las compras a sobreprecios y sin licitación como en el caso de los aviones Súper Tucanos, la contratación de préstamos violando la Constitución agravadas por la desaparición de los dineros como ocurrió en el caso de la Sun Land, la compra de conciencias de opositores políticos, y el pago de salarios supermillonarios justificada por Fernández en el salón de la Asamblea Nacional.

Manifestó que la reacción tardía anunciada recientemente en el fementido Plan Estratégico República Dominicana Transparente , de Ética y Prevención de la Corrupción 2009-2012, se convierta en otra iniciativa de distracción de la opinión pública, sobre todo, después del calificado reproche de su Santidad el Papa, cuando reclamó al gobierno del PLD a tomar acciones inmediatas y firmes contra la pobreza y la corrupción rampante en el país.

Dijo que el PRD quisiera que este plan fuera una acción seria y bien intencionada porque la realidad exige que se actúe sin demagogia y de inmediato antes que tengamos que lamentar incontenibles estallidos sociales en cuyos umbrales parece estar nuestra nación, por las injusticias y la indiferencia oficial ante los males de la población.

No obstante, la situación parece no tener remedio mientras gobierne el PLD y Leonel Fernández, porque el país vio cómo la famosa cumbre terminó sin penas ni gloria y ahora la reforma a la Constitución luce un escándalo mayúsculo, haciendo que se levanten voces como las de los empresarios que plantean que casi seguramente será necesaria otra reforma para enmendar los desaciertos que se cometen ante el desatino oficial que representa una reforma unilateral plasmada solamente por políticos con la ausencia de prácticamente toda la sociedad.

Consideró que el gobierno tendrá que convencer la sociedad dominicana de que en realidad tiene la calidad moral para hablar de lucha contra la corrupción, cuando se ha ganado por su irresponsabilidad, el título de la administración más corrupta de la historia nacional, aunque de todas formas, como dice el pueblo, “lo último que se pierde es el derecho la esperanza”.

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