16 de abril de 2010

El 90% de menores chilenos tiene secuelas sicológicas tras sismo, dice Unicef

Santiago de Chile, 16 abr (EFE).- El 90 por ciento de los menores chilenos de entre 12 y 15 años de las zonas afectadas por el terremoto del 27 de febrero tenía secuelas psicológicas un mes después del sismo, según un estudio difundido hoy en Santiago por Unicef.

Tras la catástrofe, el 37% de los adolescentes se despertaba durante la noche, el 31% prefería no quedarse solo en su casa, el 27% no quería estar lejos de sus padres, el 21% tenía pesadillas y el 17% necesitaba quedarse dormido con un adulto cerca.

Estos son algunos de los resultados del estudio "La voz de los niños, niñas y adolescentes: terremoto en Chile", realizado entre el 23 y el 28 de marzo pasados a través de encuestas presenciales a 360 menores de entre 12 y 15 años.

Las entrevistas se llevaron a cabo en Santiago, así como en Talca y Concepción, capitales de las sureñas regiones del Maule y del Biobío, las más afectadas por el fuerte terremoto y el posterior tsunami, que causaron la muerte a medio millar de personas.

El representante de Unicef en Chile, Gary Stahl, explicó en una rueda de prensa que este estudio pretende ser "un aporte para que las nuevas generaciones incorporen este hecho como parte de su vida y que no signifique un hecho traumático para ellos".

Casi todos los menores (98%) recuerdan el momento en que ocurrió el temblor y sólo un 2% estaba dormido, pese a que tuvo lugar pasadas las 3:30 de la madrugada de un sábado, y en su mayoría estaban acompañados por su madre (83%), sus hermanos (71%) o su padre (65%).

La mayoría (88%) dice que tuvo miedo durante el movimiento telúrico, aunque sólo cuatro de cada diez reconoce que sintió "muchísimo susto".

También prácticamente todos (97%) se declaran preocupados por las consecuencias del sismo, en especial por la gente que lo perdió todo (40%), pero también por que haya más réplicas o incluso otro terremoto (15%).

Las muertes, la pérdida de las pertenencias y la destrucción de edificios son las consecuencias que tienen mayor impacto entre los niños.

Además, la televisión y la radio han sido las principales fuentes de información sobre el terremoto, al que se estuvieron refiriendo constantemente, aunque en las zonas afectadas dos de cada tres (67%) vieron "directamente" los daños que había ocasionado la catástrofe.

La inmensa mayoría de los niños (98%) ha conversado sobre el temblor con otras personas y un 94% ha participado en el colegio en alguna actividad relacionada con ello, en especial en simulacros como la operación Deyse, que prácticamente todos (99%) dicen conocer.

"Es normal tener miedo, es bueno conversarlo, es bueno socializarlo", recalcó Gary Stahl.

Según Unicef, estos datos confirman que los menores necesitan apoyo psicológico y para ello está desarrollando la campaña "Rearmemos la vida de los niños y niñas", con mensajes y recomendaciones dirigidas a los padres, a los menores y al personal que trabaja con ellos. EFE

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