2 de abril de 2010

En sermón de las 7 palabras curas critican falta de servicios básicos, contratos mineros y narcotráfico

Denuncian alto costo de canasta familiar, corrupción y derroche de dinero

SANTO DOMINGO,-Durante el Sermón de las Siete Palabras, en la Catedral Primada de América,la Primera Palabra estuvo cargo del padre Manuel Antonio García Salcedo, de la parroquia de Cristo Rey quien llamó la atención sobre las precariedades de los servicios sociales que ofrecen las autoridades a la población como escasez de agua, energía eléctrica, falta de reparación de caminos vecinales y de proyectos de viviendas . El sacerdote hizo hincapié también a la contaminación por ruido a la que los políticos, colmadones y automovilistas tienen sometidos a los ciudadanos.

El cura también se refirió a los escándalos de pederastia en que se han visto envuelto sacerdotes de la iglesia Católica.

Este oficio religioso se inició con la frase: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen", en la que se reflexiona sobre el significado de esta expresión de perdón invocada a Dios por su hijo Jesucristo tras ser crucificado.

La Segunda Palabra “Hoy estará conmigo en el Paraiso”, estuvo a cargo del padre Fernando Polanco, provincial de los jesuitas, quien dijo que esta es una sociedad que promete tantos paraísos, pero que ignora los males sociales de la mayoría de la población.

Indicó que ahora cada quiere su propio paraíso, pero que de ninguna manera ello puede hacerse con la forma del sálvese quien pueda. Se preguntó si es que acaso se ha frustrado el amor de Dios.

“Mientras haya dolor en este mundo, Jesús sigue misteriosamente clavado a tu cruz”, exclamó el sacerdote.

La Tercera Palabra Mujer ahí “tiene a tu hijo, hijo ahí tiene a tu madre” la pronuncio el padre Manuel P. Masa Miquel, quien habló de la cantidad de mujeres que frecuentan desde las primeras horas de la mañana los hospitales públicos con sus hijos enfermos. Citó la entrega de la dominicana Sonia Marmolejos quien desinteresadamente amamantó a varios niños haitianos en el hospital Darío Contreras días después del sismo de Haití.

La Cuarta Palabra “Dios mío, Dios mío, porque me ha abandonado” estuvo a cargo de monseñor Benito Ángeles, quien habló de los maridos sin trabajo y con hijos que lloran de hambre, así como las madres solteras victimas de amor y de la pasión desenfrenada.

Criticó que haya niños y jóvenes fuera de las escuelas, la falta de oportunidades de nuestros campesinos y productores, frente a la importación de productos de primera necesidad.

La Quinta Palabra “Tengo sed” la pronunció el párroco Modesto Arias Florentino, de la parroquia nuestra señora de la candelaria, de sabana grande de Boyá de la provincia de Monte Plata, y clamó porque el mal del narcotráfico no se apodere de todos nosotros, como se ha apoderado de la Policía, de muchos militares y del corazón de muchos jóvenes.

Vargas pidió al Señor que no se aprueben contratos mineros a la carrera, que nos llegan a hacer perder algo tan preciado como el agua, y resaltó los inconvenientes que se han creado en el área de influencia que opera esa transnacional, en referencia al contrato con la Barrick Gold,

La Sexta Palabra “Padre todo está consumado”, la pronunció el sacerdote Faustino Burgos Brisman

Dijo que Jesús vino a poner vida donde los humanos hemos puesto muerte y refiriéndose al aborto expresó que ha sido un tema manipulado por oscuros intereses mundanos.

Precisó que los gobiernos parecen más vulnerables en su interés por resolver los problemas más acuciantes de las grandes mayorías.

Por último la Séptima Palabra “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu” estuvo a cargo del diácono Santiago José Jiménez Lebrón, quien denunció el alto costo de la canasta familiar, la corrupción y el derroche de dinero sin control por parte del Estado, diciendo que esto atenta contra el buen manejo del presupuesto nacional.

Habló de los hijos abandonados por sus padres, hogares destrozados por el alcoholismo, la violencia y el desempleo, así como las víctimas de la delincuencia, y los niños que mueren por falta de atención médica.

Autor: Jaqueline Núñez

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