Madrid, 15 abr (EFE).- El juez Baltasar Garzón, que afronta una querella por prevaricación y cohecho, declaró hoy ante el Tribunal Supremo que ni pidió ni percibió cantidad económica alguna de un banco durante una estancia en la Universidad de Nueva York, entre 2005 y 2006.
Así lo expresó el abogado de Garzón, Enrique Molina, quien señaló que su cliente agradece a la máxima instancia de la Justicia en España la oportunidad de "desmentir lo que son bulos infundados de orientación más calumniosa que de otro contenido".
Garzón, magistrado de la Audiencia Nacional conocido fuera de España como instructor de causas como la que generó la detención del dictador chileno Augusto Pinochet en 1998, es protagonista en España de una polémica generada por varias causas abiertas en su contra.
Una de ellas responde a su intento de investigar los crímenes de la dictadura de Franco (1939-1975) y la otra por ordenar intervenir las comunicaciones en prisión entre varios imputados en un escándalo de corrupción que implica a dirigentes del opositor Partido Popular (PP).
En la querella por la que respondió hoy Garzón, el sindicato ultraderechista Manos Limpias y Falange Española, una formación de extrema derecha y ligada al franquismo, le acusan de haber recibido 300.000 dólares del Banco de Santander para su estancia en la Universidad de Nueva York.
A su llegada a la sede del Tribunal Supremo, una mujer gritó ante el magistrado "inocente, inocente", y, más tarde acudieron dos Madres y una Abuela de la Plaza de mayo argentinas portando pancartas con la leyenda "Más jueces como Garzón".
Cuando el magistrado abandonó el alto tribunal, sin hacer declaraciones, estas mujeres gritaron "¡Justicia para Garzón¡".
Entre una multitud de periodistas, el abogado del juez explicó que la declaración de Garzón ante el juez instructor de esta causa en el Supremo, Manuel Marchena, ha ido "bien" porque "ha dado una correcta explicación" de cómo fue la estancia en Nueva York, "con independencia del patrocinio que el Santander hizo con posterioridad a los cursos en su día".
También dijo que Garzón explicó a Marchena que los honorarios que cobró procedían del Centro Rey Juan Carlos I y de la Universidad de Nueva York.
"Con absoluta independencia de estos honorarios, existía un patrocinio del Banco Santander a unos cursos que organizaba la Universidad de Nueva York", añadió Molina, quien insistió en que Garzón no percibió cantidad alguna del Santander, "al cual ni pidió ni solicitó ninguna cantidad".
La querella contra Garzón por declarar su competencia para investigar los crímenes del Franquismo ha generado manifestaciones en su apoyo, como el pasado martes en Madrid, cuando miles de personas, muchas de ellas dirigentes sindicales, intelectuales y artistas, celebraron un acto de apoyo a Garzón en la Universidad Complutense, en el que algunos participantes atacaron la actuación del Supremo y de sus miembros.
Esta actuación fue duramente criticada por asociaciones judiciales y dirigentes del PP, que acusa a los participantes de desprestigiar y socavar las instituciones del Estado.
Con respecto a esta y a otras manifestaciones de apoyo a Garzón, su abogado dijo hoy que "le perjudican", porque, en su opinión, cualquier manifestación que se haga para perturbar el sosiego de un Tribunal de Justicia perjudica al propio encausado.
El magistrado recibió la víspera el respaldo de organizaciones humanitarias de España y Argentina que presentaron en Buenos Aires, junto al Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, una demanda para que se investiguen los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura franquista.
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