México, 6 jul (EFE).- El periodista Hugo Olivera, colaborador de la agencia de noticias Quadratín y editor del Día de Michoacán, fue asesinado hoy por desconocidos que le dispararon cuando se encontraba en su camioneta cerca de la ciudad mexicana de Apatzingan, en el estado central de Michoacán.
Fuentes familiares y de la agencia Quadratín, en la que colaboraba, confirmaron Efe la muerte del periodista, de 27 años, cuyo cadáver fue encontrado a las 3.00 hora local (8.00 GMT) entre los municipios de Tepalcatepec y el Aguililla, en Michoacán.
Ese estado es uno de los más violentos de México y en él operan varios carteles, entre ellos La Familia Michoacana.
El cadáver del informador, hijo del fundador del Día de Michoacán, David Olivera, fue encontrado por un grupo de campesinos dentro de su camioneta tipo "pick up" con al menos tres tiros.
A las 21.00 hora local del lunes, Olivera abandonó las instalaciones del diario regional El Día de Michoacán, con sede en Apatzingán donde ejercía como editor y desde donde también dirigía la agencia de noticias ADN, especializada en temas de seguridad.
Fuentes de la familia aseguraron a Efe que Hugo Olivera, casado y padre de dos hijos, nunca había recibido amenazas, aunque el pasado año presentó una denuncia ante la Comisión de Derechos Humanos tras ser golpeado por agentes policiales.
La familia del periodista denunció además que, tras el hallazgo del cadáver, un grupo de desconocidos asaltó las oficinas de la agencia ADN de donde sustrajeron discos duros de las computadoras.
Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México afirmó hoy en un comunicado que el asesinato de Olivera "confirma que la libertad de expresión en México pasa por una de las etapas más críticas de los años recientes".
El organismo agregó que, según sus registros, con este crimen se eleva a seis el número de periodistas muertos este año, mientras que entre 2000 y 2010 suman 63 los comunicadores asesinados.
La CNDH abrió el expediente de queja correspondiente y anunció que recabará "evidencias, testimonios y escritos periodísticos", además de solicitar información a las autoridades federales, estatales y municipales, así como a compañeros de trabajo y directivos del diario donde trabajaba.
El organismo destacó la urgencia de acabar con la impunidad y garantizar la protección del ejercicio periodístico, con eficacia de las autoridades y para que "se sancione a quienes actúen con dolo o negligencia".
A su vez la Fundación para la Libertad de Expresión (Fundalex) se sumó a la exigencia para que la Fiscalía federal realice una "investigación pronta y expedita" sobre este crimen.
Según Reporteros Sin Fronteras, México es el país de América Latina más peligroso para ejercer el periodismo.
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