NUEVA YORK._2 ago.- Un guardia carcelario, dos agentes policiales y una maestra (novia del primero) traficaban drogas, medicinas y celulares en la cárcel principal del condado Essex en New Jersey. Trece integrantes de una banda dirigida por el oficial de correcciones Joseph Mastriani fueron arrestados y acusados en la corte por el delito. El presunto jefe de la organización era Mastriani quien durante nueve años trabajó como oficial de corrección en la misma penitenciaria. Se le acusa de haber introducido en la población penal heroína, medicinas y celulares valoradas en millares de dólares.
Dos agentes figuran entre los detenidos, una maestra de niños especiales y otros identificados como miembros de una reconocida pandilla. “Hoy les quito estas placas a estos hombres que ignoraron sus juramentos sagrados de servir a la comunidad”, dijo en una conferencia de prensa, el fiscal de Essex, Robert Laurino, mostrando los distintivos que pertenecían a los oficiales involucrados.
La fiscal adjunta del condado, Clara Rodríguez (de origen dominicano) dijo que el contrabando de los celulares dentro de la cárcel, representaba también el peligro de que muchos testigos pudieron haber sido intimidados.
Los reclusos, dijeron los fiscales, pagaban hasta $500 dólares por las mercancías que Mastriani lograba meter en la cárcel con la complicidad y ayuda de su novia.
Los teléfonos y las drogas eran ordenados por dos reclusos entre los que está Ricardo Ortiz, miembro de la pandilla Latin Kings, condenado por asesinato y robo y el otro no fue identificado.
David Velásquez, uno de los agentes del FBI que actuó en la investigación dijo que para agencia, uno de los elementos más criminales es el de la corrupción pública, lo que no se puede tolerar.
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Autor: Miguel Cruz Tejada
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