CARACAS.- El imprevisto toque de una cacerola interrumpió hoy por breves momentos una alocución que el presidente venezolano, Hugo Chávez, dirigía a la guarnición militar de Maracay, en el centro-occidente del país, con motivo del fin de año.
"¡Vamos a darle un aplauso a esa solitaria cacerola que se oye por allá ¡Viva la patria!", dijo Chávez, al oír la señal la cacerola proveniente de un lugar indeterminado.
"Los escuálidos se hacen ilusiones, ¡que se sigan haciendo ilusiones! Esta revolución será cada día más radicalmente socialista, humanista, cristiana, patria y verdadera", clamó Chávez en respuesta al insólito batir de olla.
El gobernante subrayó que "la fuerza armada seguirá jugando un papel fundamental en esta revolución, el papel que le tocará siempre a los soldados de la patria de Simón Bolívar, ¡duélale a quien le duela!".
De EFE
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