NUEVA YORK._ Después de cinco tortuosos años en una cárcel de la Agencia de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS), ayer jueves un juez federal liberó al dominicano Ramón Antonio Duarte a quien le sigue negando la ciudadanía americana, alegando que hay 12 horas de diferencia en su fecha de nacimiento.
Tras salir de la cárcel Duarte habló por teléfono con este reportero desde su residencia en Queens, donde la desesperanza y la desesperación que reinaban durante los años de su reclusión, se transformaron en alegría y fiesta.
"Este es el mejor regalo navideño que Dios nos podía dar a todos. Por fin, mi hijo está en la casa", dijo su madre la señora Carmen Duarte, cuyo drama y sufrimiento fue reseñado por este redactor hace unos días.
El consulado general dominicano en Nueva York fue instrumental en evitar la deportación de Duarte debido a que los encargados de asuntos migratorios de la sede se negaron a firmar el documento para autorizar la repatriación de Duarte, mientras este luchaba legal para demostrar que es ciudadano estadounidense.
Una fuente consular dijo que de no haber sido así, hace cuatro años que Duarte estuviera repatriado en su país natal. Detalló la fuente que inmigración hizo hasta lo "imposible" para convencer a los oficiales consulares, pero estos no cedieron a la petición del gobierno federal por considerar que la decisión era injusta.
Pero para ella, ahora es que la lucha legal comienza, porque según explica, la libertad de su hijo es supervisada, es decir bajo palabra hasta tanto se presente de nuevo a una audiencia en una corte de inmigración. Duarte de 36 años, fue puesto en libertad a través de un recurso de Habeas Corpus exitoso interpuesto por sus abogados.
Tras salir de la cárcel Duarte habló por teléfono con este reportero desde su residencia en Queens, donde la desesperanza y la desesperación que reinaban durante los años de su reclusión, se transformaron en alegría y fiesta.
"Este es el mejor regalo navideño que Dios nos podía dar a todos. Por fin, mi hijo está en la casa", dijo su madre la señora Carmen Duarte, cuyo drama y sufrimiento fue reseñado por este redactor hace unos días.
El consulado general dominicano en Nueva York fue instrumental en evitar la deportación de Duarte debido a que los encargados de asuntos migratorios de la sede se negaron a firmar el documento para autorizar la repatriación de Duarte, mientras este luchaba legal para demostrar que es ciudadano estadounidense.
Una fuente consular dijo que de no haber sido así, hace cuatro años que Duarte estuviera repatriado en su país natal. Detalló la fuente que inmigración hizo hasta lo "imposible" para convencer a los oficiales consulares, pero estos no cedieron a la petición del gobierno federal por considerar que la decisión era injusta.
Pero para ella, ahora es que la lucha legal comienza, porque según explica, la libertad de su hijo es supervisada, es decir bajo palabra hasta tanto se presente de nuevo a una audiencia en una corte de inmigración. Duarte de 36 años, fue puesto en libertad a través de un recurso de Habeas Corpus exitoso interpuesto por sus abogados.
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