El presidente boliviano, Evo Morales
LA PAZ .- El presidente Evo Morales abrogó el decreto en el que se incrementaban los carburantes hasta un 99%, luego de una jornada de protestasque dejó más de 15 heridos, y después de que varios sectores anunciaron que continuarían los disturbios la próxima semana.
"En mi juramento prometí gobernar para el pueblo y durante estos días he escuchado a diferentes sectores sociales, sindicatos, movimientos sociales. No es el momento (de aplicar los aumentos). He entendido perfectamente las recomendaciones de los dirigentes tras amplias reuniones con el vicepresidente y los ministros que me acompañan", dijo Morales en un mensaje presidencial.
"Por ello hemos decidido en esa conducta de acatar lo que dice el pueblo de abrogar el decreto del incremento a las gasolinas y todos los que acompañan a esta medida. Esto quiere decir que todas las medidas quedan sin efecto", añadió.
El gobierno de Morales decretó el sábado un incremento de un 73% el precio de la gasolina, 83% el del diesel y 99% el del gas avión; medida ya popularmente conocida como "gasolinazo".
El lunes, los transportistas pararon y manifestantes salieron a las calles en busca de la abrogación del decreto. Pero el jueves las protestas arreciaron en La Paz, El Alto y Cochabamba.
Se registraron destrozos en instituciones públicas y choques entre la policía y manifestantes, aunque un día después, la banca, los negocios privados y el transporte público operaban con normalidad. En otras 5 regiones hubo marchas sin trifulcas.
Los sectores sociales dieron una pausa a sus protestas por el festejo de Año Nuevo, pero la molestia crecía y anunciaron que la próxima semana retomarían sus marchas si el gobierno no abrogaba el decreto que incrementó los combustibles.
Morales aseguró en reiteradas ocasiones que no retrocedería en la medida e intentó apaciguar los ánimos con otro decreto que aumentó un 20% los salarios de las fuerzas armadas, policía y trabajadores de la salud y educación. A su vez ofreció mediar para que las empresas privadas otorgaran un incremento similar y para conceder un doble aguinaldo a los funcionarios públicos.
El alza en los carburantes le significó a Morales el mayor rechazo en los casi cinco años de su mandato. En las protestas se escuchaban estribillos como: "Qué se vaya" o "Evo, el pueblo está enojado"
Incluso trabajadores de la mina más grande de Bolivia, la estatal Huanuni, anunciaron que iniciarían una marcha en el departamento de Oruro. En las otras ocho regiones del país también se anunciaron más protestas.
"En mi juramento prometí gobernar para el pueblo y durante estos días he escuchado a diferentes sectores sociales, sindicatos, movimientos sociales. No es el momento (de aplicar los aumentos). He entendido perfectamente las recomendaciones de los dirigentes tras amplias reuniones con el vicepresidente y los ministros que me acompañan", dijo Morales en un mensaje presidencial.
"Por ello hemos decidido en esa conducta de acatar lo que dice el pueblo de abrogar el decreto del incremento a las gasolinas y todos los que acompañan a esta medida. Esto quiere decir que todas las medidas quedan sin efecto", añadió.
El gobierno de Morales decretó el sábado un incremento de un 73% el precio de la gasolina, 83% el del diesel y 99% el del gas avión; medida ya popularmente conocida como "gasolinazo".
El lunes, los transportistas pararon y manifestantes salieron a las calles en busca de la abrogación del decreto. Pero el jueves las protestas arreciaron en La Paz, El Alto y Cochabamba.
Se registraron destrozos en instituciones públicas y choques entre la policía y manifestantes, aunque un día después, la banca, los negocios privados y el transporte público operaban con normalidad. En otras 5 regiones hubo marchas sin trifulcas.
Los sectores sociales dieron una pausa a sus protestas por el festejo de Año Nuevo, pero la molestia crecía y anunciaron que la próxima semana retomarían sus marchas si el gobierno no abrogaba el decreto que incrementó los combustibles.
Morales aseguró en reiteradas ocasiones que no retrocedería en la medida e intentó apaciguar los ánimos con otro decreto que aumentó un 20% los salarios de las fuerzas armadas, policía y trabajadores de la salud y educación. A su vez ofreció mediar para que las empresas privadas otorgaran un incremento similar y para conceder un doble aguinaldo a los funcionarios públicos.
El alza en los carburantes le significó a Morales el mayor rechazo en los casi cinco años de su mandato. En las protestas se escuchaban estribillos como: "Qué se vaya" o "Evo, el pueblo está enojado"
Incluso trabajadores de la mina más grande de Bolivia, la estatal Huanuni, anunciaron que iniciarían una marcha en el departamento de Oruro. En las otras ocho regiones del país también se anunciaron más protestas.
De AP
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