A consecuencia de su padecimiento, el gobernante ha limitado los actos públicos y los discursos maratónicos
CARACAS.-
El presidente Hugo Chávez afirmó que probablemente será sometido a
quimioterapia y radioterapia en una tercera fase de su tratamiento
contra el cáncer para "blindar" su cuerpo de las células malignas, y
admitió que por la enfermedad ha perdido 14 kilos.
"Tengo un cáncer, pero no como algunos (opositores) quisieran" dijo el miércoles el mandatario venezolano de 56 años, al hablar de su enfermedad. En una llamada telefónica a la televisora estatal, aseguró que su recuperación está avanzando positivamente.
"Estamos empezando una segunda etapa de tratamiento y a lo mejor una tercera que podría ser un poco dura... (para) blindar el cuerpo de nuevas células de este tipo, malignas", afirmó el gobernante al explicar algunos detalles del tratamiento.
El presidente, que se reunirá el miércoles con su equipo médico, no precisó cuándo comenzará esa tercera etapa.
Dijo que los tratamientos "dependen de la evolución y de estos diagnósticos secuenciales, pero pudiera ser radioterapia o quimioterapia para atacar duro pues, con caballería, cualquier posibilidad, cualquier latente que esté allí".
Sin precisar dónde le fue detectado el cáncer, el mandatario negó que tenga "picado" el colon. Afirmó que el tratamiento inicial aplicado en La Habana ha dado buenos resultados "gracias a Dios y a la ciencia médica, y a este cuerpo que parece que es más duro de lo que lo que yo mismo creía".
A consecuencia de su padecimiento, el gobernante ha limitado los actos públicos y los discursos maratónicos que solía dar y ahora sólo aparece en algunas breves transmisiones de la televisora estatal. También transmite algunos mensajes en Twitter.
El mandatario recordó el miércoles que en la segunda operación a que fue sometido el 20 de junio en Cuba le extirparon un tumor canceroso del tamaño de "una pelota de béisbol", que estaba "encapsulado". La primera también se realizó en la isla nueve días antes por un absceso pélvico.
Señaló que el tratamiento le ha permitido alcanzar un "nivel óptimo de recuperación" de los signos vitales, niveles sanguíneos y capacidad de oxigenación.
Pero reconoció que aún se mantiene bajo vigilancia permanente de un médico y una enfermera, que lo acompañan inclusive durante las noches, y evaluaciones científicas porque "siempre está latente la amenaza" de la enfermedad se expanda.
"Perdí como 14 kilos, eh, y ya estoy acercándome a que, a mi peso 85 (kilos). Yo estaba en más de 100 kilos... parecía un tanque de guerra".
Chávez refirió que el cáncer lo ha llevado a reflexionar e ir "asumiendo mis errores fundamentales" sobre el modo de vida que llevaba y no repetir hábitos como tomar "40 tazas de café en un día", andar con "tres teléfonos (móviles)", "comer cualquier cosa en cualquier parte", y "no dormir, no dejar dormir a los ministros".
Agregó que está "frenando los caballos que llevo, pero aprendiendo. Yo estoy aprendiendo, tengo que aprender a delegar más... estoy asumiéndome de nuevo desde todos los puntos de vista".
La televisora estatal difundió el martes una misa que ofició un obispo en un patio de la Academia Militar, en la que se pidió por la enfermedad de Chávez.
Al final de la homilía el obispo Mario Moronta, amigo cercano del presidente, le dio a Chávez el sacramento de la "unción de los enfermos".
"No hay que asustarse. Hace seis años a mí me lo hicieron (el sacramento) dos veces. Yo estaba más allá que de acá y miren dónde estoy", explicó Moronta antes de aplicar los óleos en la frente del presidente.
"Tengo un cáncer, pero no como algunos (opositores) quisieran" dijo el miércoles el mandatario venezolano de 56 años, al hablar de su enfermedad. En una llamada telefónica a la televisora estatal, aseguró que su recuperación está avanzando positivamente.
"Estamos empezando una segunda etapa de tratamiento y a lo mejor una tercera que podría ser un poco dura... (para) blindar el cuerpo de nuevas células de este tipo, malignas", afirmó el gobernante al explicar algunos detalles del tratamiento.
El presidente, que se reunirá el miércoles con su equipo médico, no precisó cuándo comenzará esa tercera etapa.
Dijo que los tratamientos "dependen de la evolución y de estos diagnósticos secuenciales, pero pudiera ser radioterapia o quimioterapia para atacar duro pues, con caballería, cualquier posibilidad, cualquier latente que esté allí".
Sin precisar dónde le fue detectado el cáncer, el mandatario negó que tenga "picado" el colon. Afirmó que el tratamiento inicial aplicado en La Habana ha dado buenos resultados "gracias a Dios y a la ciencia médica, y a este cuerpo que parece que es más duro de lo que lo que yo mismo creía".
A consecuencia de su padecimiento, el gobernante ha limitado los actos públicos y los discursos maratónicos que solía dar y ahora sólo aparece en algunas breves transmisiones de la televisora estatal. También transmite algunos mensajes en Twitter.
El mandatario recordó el miércoles que en la segunda operación a que fue sometido el 20 de junio en Cuba le extirparon un tumor canceroso del tamaño de "una pelota de béisbol", que estaba "encapsulado". La primera también se realizó en la isla nueve días antes por un absceso pélvico.
Señaló que el tratamiento le ha permitido alcanzar un "nivel óptimo de recuperación" de los signos vitales, niveles sanguíneos y capacidad de oxigenación.
Pero reconoció que aún se mantiene bajo vigilancia permanente de un médico y una enfermera, que lo acompañan inclusive durante las noches, y evaluaciones científicas porque "siempre está latente la amenaza" de la enfermedad se expanda.
"Perdí como 14 kilos, eh, y ya estoy acercándome a que, a mi peso 85 (kilos). Yo estaba en más de 100 kilos... parecía un tanque de guerra".
Chávez refirió que el cáncer lo ha llevado a reflexionar e ir "asumiendo mis errores fundamentales" sobre el modo de vida que llevaba y no repetir hábitos como tomar "40 tazas de café en un día", andar con "tres teléfonos (móviles)", "comer cualquier cosa en cualquier parte", y "no dormir, no dejar dormir a los ministros".
Agregó que está "frenando los caballos que llevo, pero aprendiendo. Yo estoy aprendiendo, tengo que aprender a delegar más... estoy asumiéndome de nuevo desde todos los puntos de vista".
La televisora estatal difundió el martes una misa que ofició un obispo en un patio de la Academia Militar, en la que se pidió por la enfermedad de Chávez.
Al final de la homilía el obispo Mario Moronta, amigo cercano del presidente, le dio a Chávez el sacramento de la "unción de los enfermos".
"No hay que asustarse. Hace seis años a mí me lo hicieron (el sacramento) dos veces. Yo estaba más allá que de acá y miren dónde estoy", explicó Moronta antes de aplicar los óleos en la frente del presidente.
De AP
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