3 de agosto de 2011

Entre clamor de justicia despiden a José Silvestre en La Romana


Miles acuden al velatario

 
José Silverio. Archivo.
 
 
LA ROMANA.-Entre la decepción y el clamor de justicia, la lluvia y la leve brisa provocada por la tormenta Emily, cientos de personas se congregaron en en las tres carpas  colocadas al frente de la vivienda donde residía el malogrado periodista José Silvestre, en la Calle Gastón F. Deligne, para darle el último adiós.

Sus 11 hijos, la llegada de familiares que residían en el exterior, vecinos, colegas, amigos y una que otra autoridad e incluso amigos y agentes policiales, desfilaron frente al féretro con los despojos mortales del comunicador.

A menos de 24 horas después de que le viera salir por última vez de la vivienda, donde residía con su familia, el cuerpo de José Silvestre (Gajo), parecía lograr lo que siempre anheló: atención, que le
escuchara el jefe de la Policía, el Procurador General de la República y todas las autoridades del país, incluyendo el Presidente de la República y que le hicieran caso a sus constantes críticas y cuestionamiento, especialmente de casos ligados al narcotráfico y la  corrupción.

Parece que lo logró, pero vaya paradoja, en qué condiciones. Su rograma y su revista La Voz de la Verdad, son el testimonio de la forma como llevó su carrera, siempre con el mayor riesgo, incisivo,
directo y controversial.

El ambiente en el interior y en el patio de  la casa era similar. La vocación de Gajo había hecho pensar a sus  amiliares que algo le podía pasar, pero no estaban preparados para que fuese tan rápido.

En brazos, su más pequeña prole, de apenas cinco meses de nacido, ajeno a todo, todavía no está consciente que no lo conocerá su padre.
Ahora sus revistas se han convertido en las más demandada por su contenido, especialmente los números recientes, donde hace críticas a casos de narcotráfico, procesos en la justicia, la salida del aire de  su programa de tv, los responsables de la muerte de dos personas en un car wash de la ciudad y su caso con el fiscal, sin dejar su apoyo con las caricaturas satirizando cada tema.

Hacia el cementerio y no en el velatorio, estaba El Mudo, un personaje popular de la ciudad, quien se desvelaba frente a la Oficialía Civil haciendo seña de cámara y un corte en el cuello, explicando a un amigo, que  asesinaron a Gajo.

Comunicadores hacían aparte con algunos familiares, mientras Lidia y Juan, sus dos hermanos más cercanos, se les observó decepcionado porque no regresó de su cita a la Corte de Apelación de San Pedro de Macorís en su litis con el Procurador Fiscal de La Romana, creen ellos, por la falta de una seguridad como la del senador peledeísta por Baní.

A veces gritos, lágrimas de sus parientes, allegados a sus hijos, que desde diversas partes del país estaban en vilo, por uno y otro caso que manejaba José Silvestre, coincidieron en su despedida, mientras  sus más cercanos, incluyendo sus propios hijos, desconfían que se haga justicia.

El caso que llevaban el comunicador y el fiscal había sido reenviado en 18 ocasiones y precisamente ayer, tocaba audiencia en San Pedro de Macorís. En sus denuncias acusaba de nepotismo, corrupción y lo llegó a comparar señalando que "Toño Leña es un niñito de teta, delante de ese fiscal".

El último número

La más reciente edición de la revista La Voz de la Verdad está edicada en su totalidad al tema de las drogas, reitera las cusaciones al fiscal José Polanco y adelanta revelaciones sobre una
deuda no cumplida, que habría provocado la muerte del dueño de un entro cervecero, Ramón Herrera (Momón) y su chofer el pasado mes de ulio.

También, adelanta que su próximo número (actualmente para imprenta) revelaría las identidades de varias fotografias sin rostro que colocó de supuestos potentados ligados al lavado de dinero de las drogas, que  se aceptaban en un templo.

El comunicador, cuyo cuerpo fue sepultado este miércoles, fue raptado por cuatro individuos a 400 metros de su vivienda, próximo al Hotel J & A , donde guardaba su jeepeta. Fue encontrado con tres disparos, incluyendo uno en el abdomen y otro en la nuca.

Los reclamos

A las peticiones de que se haga justicia que encabezan sus familiares, el presidente del CDP, Aurelio Henríquez, de la filial del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, Frank Ortíz, se unió el político Enrique Chino Seijas, quien calificó el crimen como "un hecho vil y bochornoso que ofende a la sociedad" , editoriales de la prensa nacional,  que reclaman que el caso sea aclarado.

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