Las indagatorias señalan que los técnicos despedidos les sacaron del sobre de pago a cada obrero 150 pesos y 200 pesos a los capataces, bajo el argumento de un falso impuesto que
debería ser reembolsado al banco como una obligación cada vez que cumpliesen un mes de trabajo.
En tal sentido los responsables de las irregularidades cobraron la suma de 56 mil cien pesos con 40 centavos a humildes obreros que buscando asegurar otros pagos cedieron inconformes a cumplir las exigencias que les hacían los responsables del INDRHI en la zona en que laboraban.
Los recursos de acuerdo al informe fueron repartidos en mil 500 pesos para el pago de un seguridad policial, 3 mil 995 pesos en refrigerio y almuerzo, y cada uno de los despedidos recibió 11 mil 300 pesos.
El director del INDRHI dijo que le apena tomar la primera medida sancionadora con personas de su demarcación territorial, no tuvo más que seguir el camino impuesto por la gravedad de la falta de transparencia detectada en el manejo de sus funciones y la desconsideración a que se vio expuesto por gente a las que lo liga una relación de años.
Asimismo destacó que en momentos en que voces agoreras del entorno político interno y externo han querido tomar un caso de orden institucional como un punto de lanza para lanzar lodo sobre una dependencia gubernamental que levanta su imagen, no tiene más que aplicar las medidas correctivas.
De igual modo, Fernández advirtió a los demás empleados que sino le tembló el pulso para sancionar a los que cometieron acciones indebidas en su provincia, mucho menos tolerará una irregularidad similar o mayor que se vuelva a producir.
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