CADIZ, España.- El presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, advirtió este sábado a los países de Iberoamérica que una reducción de la inversión pública social conduciría aumentar la exclusión y a debilitar las economías.
Al pronunciar su discurso durante la primera sesión plenaria de la XXII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica, dijo que al menos eso pasaría en su país, por lo que "por el contrario, necesitamos elevar y mejorar la calidad de esa inversión".
Observó que ante la coyuntura que viven todos los países, cuya característica es la
"La anterior es nuestra única posibilidad de expandir la economía, agregó, y lograr, de esa manera, un crecimiento sano que no vulnere más la cohesión social".
"Ese es el camino que ha elegido mi gobierno y que, me consta, comparten muchos países hermanos de América Latina. Y para que triunfemos juntos en este propósito la palabra clave es, una vez más, integración. Trabajar juntos por un nuevo orden internacional, por un nuevo modelo de desarrollo que promueva la solidaridad, la reducción de las desigualdades sociales y economías prosperas y estables", expresó el mandatario dominicano.
Clamó también la necesidad de un nuevo modelo de desarrollo que propicie la capacidad productiva de cada uno de países iberoamericanos y el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, la agropecuaria y la economía solidaria.
Integración real
Medina consideró fundamental "renovar los vínculos que históricamente han unido a nuestros pueblos y gobiernos iberoamericanos, reiteramos nuestra convicción de que la economía debe estar al servicio de las personas y nunca al contrario".
Precisó que el gobierno que encabeza en la República Dominicana cree en esa integración de los países del Caribe, el continente Latinoamericano, así como Portugal y España.
Refirió que aprovechaba el foro que representa la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica para hacer el llamado a seguir fortaleciendo los mecanismos de integración que los une, a fin de trabajar de forma activa y concreta en la reducción de la brecha social que caracteriza a los pueblos de esa región. Observó que hay "sanar esa herida abierta de la desigualdad que aún sufren nuestras familias empobrecidas y buena parte de las clases medias".
En ese contexto, dijo que se impone unir esfuerzos y capacidades, con audacia y creatividad, para impulsar un nuevo modelo de crecimiento y prosperidad, esta vez basado en la justicia, la equidad y la cohesión social.
Sostuvo que no hablaba de utopías ni de sueños irrealizables, "hablo de cooperación sur-sur, de estrategias de codesarrollo, de políticas conjuntas de protección social, de proyectos de desarrollo regional, en definitiva, de establecer un compromiso serio y urgente con la agenda social, tantas veces aplazada, que merecen nuestros pueblos".
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