3 de mayo de 2013

Doctora Ángela Milqueya Sánchez explica los problemas que hubo en parto



SAN JUAN DE LA MAGUANA.- Salvar la vida de la madre, es el argumento que la doctora Ángela Milqueya Sánchez utiliza para explicar las razones que la llevaron a decapitar un bebé en momento en que realizaba un parto. Tras el hecho, las autoridades abrieron una investigación y suspendieron a la doctora de sus labores.

El Ministerio de Salud Pública designó a la comisión de ética para llevar a cabo las indagatorias. Otro tanto, hizo el Colegio Médico Dominicano, pero ya convocó una rueda de prensa en el que apoya a la doctora, al señalar que ella actuó por la situación que se presentó.

Cruz María García, madre de la criatura malograda, fue sometida a un parto natural en el Centro Igualas Médicas San Juan, de la provincia San Juan de la Maguana.

Fue atendida por la gineco-obstetra desde el principio de su embarazo y en las labores de parto. Además de Sánchez, en el proceso participó otra doctora, una pediatra, dos enfermeros y un anestesiólogo.

Las complicaciones

La doctora Ángela Milqueya Sánchez, en conversación telefónica con la emisora Zol 106, narró que el alumbramiento iba tan normal que la cabeza de la criatura salió sin problema por el canal, y que incluso, no tuvieron que hacer una ruptura en la pelvis de la paciente.

“Entonces ahí vino la complicación, donde no pudimos asistir el expulsivo, porque no pudimos extraerles los hombros, el producto no salió, porque hubo una distocia de hombros, que está descrita en los libros, donde no pudimos, unimos esfuerzos, hicimos todo lo habido y por haber, yo viví unos momentos de angustia”, exclamaba.

La doctora afirmó que la paciente ya había tenido partos de ocho libras y media, así como uno de casi diez libras, por lo que no dudó en someterla al mismo proceso para que alumbrara.

Fue en ese momento, añadió, que llamó a la madre de la paciente y le explicó la situación.

“Estamos en un problema, no podemos sacar el producto y ella, ¿sabe que me dijo?, sálveme a mi hija doctora, doctora coja valor y sálveme a mi hija”.
Según narró, en ese momento, la galena tomó una decisión.

“Ni modo ya ese producto estaba ahí, con esa cabeza que ni para adelante ni para atrás, había que salvarla a ella, porque pudimos tener una ruptura uterina y la paciente morir y entonces con la paciente anestesiada ni modo tuvimos que decapitar el producto”, explicó.

“Y así con el valor de Dios, con todo el valor que Dios nos dio, le hicimos la cesárea a la paciente, ni modo ya ese producto con esa cabeza ahí, que ni para afuera ni para adentro, había que salvarla a ella”, agregó.

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