29 de diciembre de 2025

Análisis: el colapso del Hospital de Azua

 

By Cristian Hidalgo

Un “accidente” se define como un suceso eventual que altera el orden normal de las cosas, causando daños involuntarios a personas o bienes. En la industria de la construcción, existen procesos críticos —como el encofrado de losas y entrepisos— que suelen ser subcontratados a equipos especializados con experiencia previa comprobada.

El colapso ocurrido el viernes 26 en el entrepiso en construcción del Hospital Pediátrico Simón Striddels, en Azua, constituye un evento que ningún profesional desea enfrentar. No obstante, resulta técnicamente incorrecto atribuirlo de manera automática a fallas en el diseño estructural, deficiencias en la armadura o a una resistencia inadecuada del hormigón, elementos que responden a cálculos y especificaciones previamente establecidos.

El procedimiento habitual de encofrado implica la entrega formal del área de trabajo al carpintero, con indicaciones geométricas claras; la verificación de alturas, secciones y alineaciones conforme al diseño estructural; y la inspección rigurosa de puntales y apoyos. Solo tras estas verificaciones se autoriza el vertido del hormigón

El sistema de encofrado debe ser capaz de soportar las cargas combinadas de peso propio, carga viva, acero de refuerzo y ductos. Sin embargo, aun bajo supervisión, pueden producirse fallas por múltiples causas: insuficiencia o mala colocación de puntales, madera deteriorada, apoyos sobre terreno no compactado, deficiencia de elementos de fijación o incluso factores externos.

Corresponde actuar con responsabilidad técnica y humana. La politización inmediata de este tipo de eventos no aporta soluciones. Las consecuencias económicas recaerán sobre el ingeniero contratista, como establece la práctica profesional. Que este hecho sirva para reforzar los controles y la prudencia durante el proceso de vaciado de losas. Nuestra solidaridad con el colega afectado por este lamentable accidente.

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