29 de mayo de 2008

REPORTAJE: Las cosas no dichas del Caso Narcisazo (Parte 2)

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Ante la versión de que Narcisazo había sido visto en el Palacio de la Policia, los investigadores interrogaron a Vicente Cruz Santamaría (alias Williams), un recluso que alegadamente había ofrecido este testimonio.
Este es el segundo de varios reportajes de ALMOMENTO.NET sobre este dramático caso, de marcados ribetes políticos, que provocó curiosidad en la opinión pública y nunca ha sido esclarecido.

POR SAUL PIMENTEL

Debido a la resonancia que tuvo la noticia sobre la desaparición del profesor Narciso González en 1994, y ante el cúmulo de especulaciones que se hacían respecto a este hecho, la Policía Nacional designó una comisión especial para investigarlo. Estuvo integrada por los coroneles Luis Manuel Tejeda Fernández y Manuel R. Núñez Paulino y el teniente coronel Rafael O. Bencosme Candelier.

El 4 de junio la Comisión, acompañada de un ayudante del Fiscal del Distrito Nacional, allanó la casa número 5 de la calle Reparto 16, del barrio Enriquillo, pues los familiares del desaparecido dijeron haber recibido una llamada telefónica de alguien que señalaba que Narciso se encontraba “secuestrado” allí. Se determinó que en aquel lugar residía el señor Servio Lebrón, excabo de la Policía Nacional, pero las autoridades no encontraron allí nada comprometedor. Lebrón sostuvo que ni siquiera conocía al profesor González.

No salió del país

El 14 de junio el Director de Migración dirigió un oficio al Comandante del Departamento de Investigaciones de Homicidios de la Policía, teniente coronel Rafael O. Bencosme Candelier, informándole que el doctor Narciso González Medina no aparecía registrado en sus archivos como que hubiera salido del país entre el 25 y el 30 de mayo del 1994. Ese mismo día Bencosme Candelier remitió un oficio al Director del Laboratorio de Criminalística de la Policía solicitando un experticio a la jeepeta Mitsubishi Montero placa 0-11172 en la cual, según los familiares, Narcisazo había sido “introducido” la noche del 26 de mayo del 1994.

El 24 de junio la Policía, acompañada de un ayudante del Fiscal del Distrito Nacional, practicó otro allanamiento en la casa número 45 de la calle Julio C. Limba, del barrio Altos Rosa, pero tampoco encontraron allí al desaparecido.

Entre el 25 de junio y el 2 de julio el Laboratorio de Criminalística de la Policía expidió certificaciones sobre los análisis realizados a la referida jeepeta, señalando en todos los casos que no había encontrado en la misma “ningún indicio comprometedor”. Este vehículo resultó ser propiedad del Banco Central y estaba en ese momento asignado al capitán de corbeta Luis Rafael Lee Ballester. Era manejado con frecuencia por el exraso Miguel E. Bonilla Faña y estaba bajo la supervisión del exmayor Viriato Alcides Brito Pillier, quien era en ese momento encargado de la División de Transporte de la institución bancaria.

Primeros interrogatorios

Lee Ballester fue uno de los primeros en ser interrogado por la Policía. Sostuvo que nunca había visto a Narciso González Medina ni a su esposa, y que en torno a la desaparición de este último sólo había escuchado la noticia por los medios de comunicación. Admitió que tenía asignada la jeepeta Mitsubishi Montero placa oficial 11172 y que se quedó sorprendido cuando se enteró de que familiares del profesor universitario habían dicho en un programa radial que su pariente había sido introducido en ese vehículo. Declaró que aunque la jeepeta también era conducida por un chofer del Banco Central de nombre Miguel Bonilla Faña, él no recordaba habérsela prestado o que éste la haya conducido en ausencia suya el 26 de mayo. Sostuvo que por las noches la jeepeta permanecía en el parqueo del edificio donde él (Lee Ballester) residía, y que no acostumbraba a prestarla. Dijo desconocer quién hizo las acusaciones en su contra y sostuvo que, aparentemente, se trataba de alguna persona que deseaba hacerle daño a la institución donde él en ese momento trabajaba.

El señor Viriato Alcides Brito Pillier, encargado de la división de transporte del Banco Central, declaró que no conocía a Narciso González ni a sus familiares, y que como el vehículo mencionado estaba asignado al capitán Lee Ballester, él ignoraba las actividades realizadas en el mismo por dicho oficial. Aclaró que en el Departamento de Transportación del Banco Central no se permitía cambiar placas a los vehículos.

El exraso Miguel Bonilla Faña declaró que durante las noches el vehículo en cuestión permanecía en el parqueo del edificio donde residía Lee Ballester, y que era totalmente falsa la versión de que la noche del 26 de mayo el profesor Narciso González fuera introducido al mismo. A su juicio, esta versión pudo haber sido propalada por personas interesadas en despistar a los investigadores y hacer daño a Lee Ballester o a la Marina de Guerra.

Policías del descatamento de Gascue

Otro uniformado llamado a interrogatorio fue el entonces coronel de la Policía, Ramiro Terrero García, quien era comandante de la zona Sur de Santo Domingo, con asiento en el destacamento de Gascue. Sostuvo que era incierto que la noche del 26 de mayo del 1994 hubiera recibido allí a personal del DNI, y que con relación a la ausencia del doctor González sólo sabía lo que habían dicho los medios de comunicación y las instrucciones de la Jefatura de la Policía en el sentido de activar la localizaciónd e esa persona. En términos parecidos se pronunciaron el segundo teniente Víctor Manuel González Núñez, el sargento Inocencio Trinidad Velorio, el cabo Juan Antonio Liviano Pirón, el cabo Santo Salvador Antuna y Antuna, y el raso Luis Manuel Santana Pantaleón, quienes estuvieron laborando en el Departamento de Gascue en mayo del 1994.

La mujer que vendía café en el hipódromo Perla Antillana y vió a Narciso González en ese lugar resultó ser Lucrecia Puente Mateo (alias Miriam). Al ser interrogada informó que, ciertamente, vió a Narciso alrededor de las 2:30 de la tarde y que éste le manifestó que casi se estaba yendo. Cerca de las 5:00 de la tarde, según dijo, lo volvió a ver en el mismo lugar.

El mecánico Danilo Cecilio Nazario (alias Renco) dijo que vió a Narciso abordando un autobús público luego de estar en el hipódromo Perla Antillana, y que alrededor de las 6:00 de la tarde él (Danilo) se quedó en la esquina de las calles Bartolomé Colón y Tunti Cáceres.

En el cine Doble

El profesor Dionisio Patiño Infante declaró que vió a Narciso entre las 6:45 y las 7:00 de la noche del día 26 de mayo del 1994 cuando entraba al cine Doble, y luego lo vió salir del mismo lugar.

El administrador del cine, José Luis León Sanchez, dijo que con respecto a la desaparición sólo había escuchado lo que habían informado los medios de comunicación.

La taquillera del cine, Mercedes M. Encarnación Abreu, dijo que no conocía a Narciso y que no podía recordar si lo había visto en ese lugar.

Ante la versión de que Narcisazo había sido visto en el Palacio de la Policia, los investigadores interrogaron a Vicente Cruz Santamaría (alias Williams), un recluso que alegadamente había ofrecido este testimonio. Dijo que, ciertamente, estando él detenido en la Casa de Guardia del Departamento de Investigaciones de Falsificaciones se enteró a través del periódico Ultima hora de la desaparición de Narciso, y que él comentó a otros reclusos que le parecía haber visto entre el 20 y el 21 de mayo del 1994 a una persona de esas características. Aclaró que en ningún momento él afirmó "en absoluto" que se tratara de dicho doctor, sino que se parecía, y que finalmente descartó la posibilidad debido a que fue cinco días después cuando desapareció Narciso.

Nunca se ha especificado por qué los investigadores no comenzaron su labor interrogando al ingeniero José Israel Cuello, mencionado como los familiares de Narcisazo en su denuncia-querella el 26 de mayo del 1995 entre las “personas de reconocida trayectoria pública, regularmente bien informadas” que en los días posteriores a la desaparición aseveraron por radio y televisión que Narciso “fue detenido por el J-2, siendo llevado a la Secretaría de las Fuerzas Armadas donde fue torturado y posteriormente trasladado al destacamento de la Policía Nacional ubicado en la calle Bolívar esquina Rosa Duarte, negandose dicha dotación policial a recibirlo”.

Fin de la segunda parte.

Lea mañana Los testimonios disímiles de los familiares de Narcisazo

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