20 de octubre de 2008

Despiden con misa en Manhattan y entierro en El Bronx restos de familia dominicana asfixiada

NUEVA YORK._ Los cadáveres de la madre, las tres niñas y el hijo de 10 años de la familia dominicana Joa Balbuena que murieron asfixiados por inhalación de humo el pasado 10 de octubre. Los restos del padre fueron despedidos en el Barrio Chino el sábado.

NUEVA YORK._ Con escenas de dolor que partían el alma, alrededor de 200 personas de la comunidad, familiares, compañeros de estudios de las niñas y el niño muertos y parientes del esposo que fue velado y sepultado por separado el sábado, acudieron a la iglesia Santa Elizabeth del Alto Manhattan para despedir los restos mortales de una familia dominicana, cuyos miembros murieron asfixiados el 10 de octubre en su apartamento de la calle 18 y Novena Avenida en la parte baja de la ciudad.

La misa, que comenzó a las 10:00 de la mañana después que carros fúnebres transportaran los blancos ataúdes desde la funeraria Ortiz al templo, fue oficiada por el reverendo Slaked quien exhortó a los familiares de los occisos a llenarse de valor, fe y fuerza en un momento trágico, pero en el que la decisión fue sólo de Dios.

“Dios es misericordioso, Dios es compasivo. Dios protege a los niños y es amor”, dijo el sacerdote en su homilía en la que también destacó los aportes de la familia Balbuena Joa como inmigrantes en los Estados Unidos.

Los cinco ataúdes, en los que estaban la madre, las niñas y el niño de 10 años – Gozan Joa Balbuena – que fue el último en morir en el hospital Jacobi de El Bronx donde a dos días de haber sido ingresado en estado crítico se le declaró muerte cerebral, fueron colocados en línea frente al altar mayor de la iglesia.

A la parroquia situada en la calle 187 y avenida Wadsworth del Alto Manhattan, concurrieron docenas de personas que no conocían a los muertos, pero fueron atraídos por el dolor de la tragedia difundida durante más d 10 días en los medios locales hispanos y anglófonos de la ciudad.

La madre Delkys Balbuena de 34 años de edad, su hijo Gozan y sus tres niñas Nancy de 8, Betel de 3 y Ruth de 15 meses, yacían como dormidos en los sarcófagos y cuya escena arrancó lágrimas a la mayoría de los presentes en la ceremonia luctuosa.

Parientes de los muertos entre estos la señora Lili Joa, volvieron a reclamar de las autoridades una nueva investigación sobre el caso, ya que las versiones oficiales dadas a ellos y al público, no son “creíbles”.

“Aquí hay obviamente algo muy raro y exigimos que se investigue más a fondo el caso de nuestras familias”, dijo conteniendo las lágrimas y frente a la iglesia la señora Joa.

“Esta ha sido la peor de las tragedias para cualquier familia hispana en los Estados Unidos. Yo, no lo estaba creyendo hasta que vi los cuerpos”, dijo por su parte la señora Atilda Cordero, escogida como portavoz de la familia.

“Ellos emigraron desde la República Dominicana para venir a encontrar una horrorosa muerte en Estados Unidos”, añadió Cordero con sus pupilas todavía mojadas por el llanto.

Hoy y a pocas horas de los entierros en el cementario Saint Raymond de El Bronx se confirmó que la señora Balbuena se había separado del padre de los niños Maschay Joa Valdez, cuyo cadáver fue velado en una funeraria del Barrio Chino y sepultado el sábado en un campo santo de New Jersey.

Allegados dijeron que esa decisión la tomaron los parientes del cabeza de la familia porque él hijo de un nacional chino y le hicieron un funeral con los ritos tradicionales del país oriental.

La familia pereció asfixiada, según los departamentos de bomberos y policía de la ciudad, debido a la inhalación de humo después que el menor de 10 años jugara con fósforos que provocaron un conato de incendio que aunque se “apagó”, generó al espesa humareda que convirtió el estrecho apartamento en una “trampa de muerte”.

Pero ninguno de los parientes de los fenecidos, ni la mayoría de sus vecinos han dado crédito a esa versión y reclaman que se amplíen las pesquisas.

Autor: Miguel Cruz Tejada

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