SAN JUAN DE LA MAGUANA.- El caos que caracteriza el tránsito vehicular en esta ciudad continúa, sin que las autoridades locales intervengan para reordenarlo y evitar que tantas personas mueran, resulten heridas y lesionadas.
El pasado 28 de enero, el niño Ryan Steward Caraballo Terrero fue atropellado por otro menor que conducía una passola de forma temeraria, por lo que fue trasladado a Santo Domingo por la gravedad de los traumatismos, pero no sobrevivió a los mismos pese a los esfuerzos médicos.
Esa tragedia ha consternado a sus padres y a toda la sociedad sanjuanera, sin embargo, el caos continúa en el tránsito vehicular causando otros accidentes graves. Ayer se accidentaron varias personas en el distrito municipal de Pedro Corto, quienes viajaban en un automóvil, resultando varias personas fallecidas.
En el hospital público local se pueden apreciar una gran cantidad de personas en el área de ortopedia y traumatología, con múltiples fracturas resultado de accidentes de motocicletas y vehículos de otro tipo. Entre ellos, incluso, niños y ancianos.
Frente a esta triste realidad las autoridades no reaccionan para impedir que menores conduzcan vehículos de motor, que se transite en contra de la vía, se violen las luces de los semáforos, se desplacen motocicletas por las aceras o se conduzca en exceso de velocidad.
Varias denuncian se han realizado de que alumnos del liceo Pedro Henríquez Ureña, incluyendo menores de edad, al término de la docencia, salen desde el plantel en motocicletas realizando competencia de velocidad, pese a que pasan por el Centro Médico Anacaona, donde hay un cruce de pacientes, y en la siguiente cuadra un colegio de niños, que esperan para ser buscados por sus padres.
Las motocicletas están involucradas en la mayoría de los accidentes en esta ciudad, con los peores saldos de muertos, heridos y lesionados permanentes. Esos vehículos transportan niños y ancianos, a veces hasta cuatro o cinco personas ocupan una sóla motocicleta, incluso sin cascos.
Al parecer la responsabilidad no es sólo de los agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet), sino de las autoridades civiles y judiciales, que pese de los reiterados anuncios de ordenar el tránsito, los conductores continúan violando la ley 241 de tránsito con trágicas secuelas.
Asimismo, se aprecia el caos en el estacionamiento, hasta en el entorno del Ayuntamiento Municipal, la Policía Nacional y el Palacio de Justicia, al parecer por personal que laboran en esas dependencias.
En la calle Dr. Cabral con Independencias al lado de la policía se estacionan vehículos violando la distancia de la esquina que dificulta el giro hacia la izquierda y es visto como normal por los años que han pasado violando la ley. Cuando el giro hay que hacerlo hacia la derecha y un grupo de motoconchistas están parqueados en la misma esquina.
La violación a los semáforos es tan grave, que resultarían mejor desinstalarlos, porque nadie respeta esos aparatos y el que cruza la luz verde confiado puede resultar accidentado. Los semáforos más irrespetados son el de la Colón con Capotillo, donde se transita hasta en contra de la vía. El de la 27 de febrero con esa misma calle, así como el de la calle capotillo con Dr. Cabral.
Lo mismo sucede con el que funciona en la Independencia y Anacaona y es de antología, la violación al de la Trinitaria con esta última calle, así como el de la Duarte con Independencia, ante la mira indiferente de los agentes de la Amet.
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