José Luis Navarro, de 54 años, y Miguel Angel Calefato, de 65, dieron el tradicional "sí" en el noroeste argentino, apenas entró en vigencia una ley que permite el matrimonio gay y que fue aprobada por el senado y promulgada por la presidenta Cristina Fernández, El flamante matrimonio firmó un acta en donde los históricos términos "hombre y mujer" se corrigieron por "contrayentes" durante una ceremonia en el Registro Civil de la ciudad de Frías, provincia de Santiago del Estero, a unos 1.150 kilómetros de la capital argentina.
"Los prejuicios se derriban con el respeto", dijo el arquitecto Navarro al diario local El Liberal.
"Con Miguel hubo química desde el primer momento", agregó Navarro, quien se conoció con Calefato, un ex empleado administrativo, durante unas vacaciones en Mar del Plata.
Navarro y Calefato no están convencidos de aceptar un regalo de luna de miel que prometió la ciudad de México a la primera pareja gay que se case en Argentina, en una muestra de apoyo a las reformas que legalizaron en la nación sudamericana los matrimonios entre homosexuales.
""Me parece muy superficial, para lo que significa el acontecimiento, pensar en casarse primero sólo por una cuestión de ganarse un premio", dijo Navarro, según El Liberal. "Además, no sabemos hasta que punto (ese premio) es cierto".
La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo convirtió a la Argentina en el primer país de América Latina que lo reconoce a nivel nacional.
La ciudad de México también legalizó el matrimonio gay y fue la primera localidad latinoamericana en hacerlo.
Ninguna otra ciudad mexicana lo ha hecho.
La "Ley de Matrimonio Igualitario" en Argentina, por la cual se reformó el código civil, fue sancionada por el Senado en la madrugada del 15 de julio tras más de 15 horas de acalorado debate.
De esta manera, Argentina se convirtió en el primer país en América Latina que concede a los gays y lesbianas todos los derechos legales, responsabilidades y protecciones que contempla el matrimonio a las parejas heterosexuales, como es la posibilidad de heredar bienes y la adopción conjunta de niños.
La Iglesia Católica ha rechazado la nueva legislación y movilizado a feligreses contrarios a que sea adoptada.
Sin embargo, en los registros civiles argentinos hay numerosos pedidos de casamientos entre homosexuales.
Poco después del casamiento en Santiago del Estero, la capital argentina fue testigo del primer enlace gay en Buenos Aires entre el representante de artistas Alejandro Vanelli y el actor Ernesto Larrese.
Las provincias de Córdoba, Santa Fe y Mendoza se aprestaban a vivir ceremonias similares.
Vanelli, de 61 años, y Larrese, reacio a dar su edad, habían presentado dos amparos para poder casarse — tenían fecha recién para el 13 de agosto— pero hicieron una solicitud para adelantarla y el jueves la Procuración de la Ciudad los autorizó.
Larrese exhortó a los "homofóbicos" a que "no tengan miedo" ante la aplicación de la flamante norma que permite el casamiento entre gays.
"Quiero decir a todas las personas que tienen miedo, fobia quiere decir miedo, entonces quiero decir a los homofóbicos que no va a pasar nada, nada que los perjudique", destacó Larrese. "Lo que viene es más amor, más libertad y eso no puede ser otra cosa que algo más positivo".
Nueve parejas homosexuales han logrado casarse en Argentina desde diciembre de 2009 avalados por jueces.
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