Santiago de Chile, 15 ago (EFE).- Unos modernos equipos de precisión comenzaron a operar hoy al iniciarse la "fase decisiva", según los expertos, de los esfuerzos para localizar a 33 trabajadores que hace diez días quedaron atrapados tras un derrumbe en una mina del norte de Chile.
Se trata del "Downhole Motor", transportado desde Estados Unidos, que funciona con un sistema robótico, que fue incorporado de inmediato a la tarea de perforar los últimos metros que faltan para que las sondas que se han excavado desde hace más de una semana lleguen al lugar donde se supone puedan estar los trabajadores.
Dicho refugio, donde se ha dicho que había agua, oxígeno y algo de alimento, está a 700 metros de profundidad, pero también se han introducido sondas en otras direcciones para establecer una conexión con un taller de herramientas donde también pudieron haberse refugiado los mineros tras el derrumbe del pasado 5 de agosto.
En las afueras de la mina San José, situada a unos 45 kilómetros de la ciudad de Copiapó y a 830 al norte de Santiago, continúan apostados más de un centenar de los mineros atrapados, que aplaudieron a la llegada de los nuevos equipos, en los que tienen depositadas sus esperanzas.
Otro equipo similar al estadounidense, pero procedente de Australia, llegó un poco más tarde a la zona y de inmediato fue trasladado hasta la mina para ser acoplado a los trabajos.
Las sondas tienen el objetivo de establecer una comunicación con los mineros, de los que nada se sabe desde el día del derrumbe, y proveerles agua, alimentos y otros materiales de auxilio, mientras se abre un túnel para rescatarlos, lo que tardaría varias semanas.
También se hacen esfuerzos para rehabilitar el conducto de ventilación de la mina, afectado el 7 de agosto por otro derrumbe, lo que permitiría que el rescate de los trabajadores, en el supuesto de que estén con vida, se reduzca a unas pocas horas.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, que el sábado visitó por tercera vez el lugar, estimó que el contacto con las víctimas podría establecerse entre el lunes y el martes, plazo que se mantiene tras la llegada de las nuevas máquinas, según dijo hoy el ministro chileno de Minería, Laurence Golborne.
Lo que aportan los equipos nuevos es una mayor precisión en la dirección de las excavaciones, explicó a los periodistas.
"Tenemos una situación difícil, donde esperamos que, si las máquinas no fallan, llegar a romper el lunes o martes la última zona rocosa que separa a las perforadoras del refugio", precisó.
Agregó que la sonda más avanzada llegó a los 535 metros de profundidad y que a los 550 se le incorporará el sistema de precisión australiano.
El sistema estadounidense ya fue acoplado a una sonda que ha alcanzado 523 metros de profundidad, indicó Golborne.
En Santiago, la portavoz de La Moneda, Ena Von Baer, pidió "tener cuidado" al hablar de plazos, debido a lo difícil que es acertar con una sonda de 15 centímetros de diámetro a un punto de 50 metros cuadrados situado a 700 metros bajo tierra.
"Y si logramos establecer contacto, la pregunta es cómo los rescatamos", agregó. EFE
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