19 de diciembre de 2010

Más de 6,000 colombianos evacuan pueblo en peligro de desaparecer por lodo



La combinación de movimientos sísmicos y un deslave causado por las fuertes lluvias amenaza desde el viernes al poblado de Gramalote, a unos 400 kilómetros al noreste de Bogotá
Un joven reacciona frente a la destrucción de una casa en Gramalote. AP
BOGOTA. — Alrededor de 6.000 personas abandonaron sus viviendas en un pueblo del noreste de Colombia que, según dijo el sábado el ministro de Interior, probablemente "ya no exista" en unos días, pues está a punto de desaparecer debajo de una masa de tierra y lodo.
La combinación de movimientos sísmicos y un deslave causado por las fuertes lluvias amenaza desde el viernes al poblado de Gramalote, a unos 400 kilómetros al noreste de Bogotá.
El ministro de Interior, Germán Vargas Lleras, recorrió la zona la tarde del sábado para verificar el desalojo de la mayor parte de la población. Más tarde, advirtió en declaraciones a Radio Caracol que el pueblo del departamento de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela, está a punto de desaparecer.
"Una colina contigua al municipio se está viniendo encima", describió Vargas Lleras. "Las casas ya se ven resquebrajadas y una buena parte del municipio ya está sepultada".
Además del deslave de tierra y lodo, la zona sufría movimientos sísmicos por el reajuste de las placas tectónicas en una falla geológica en la región.
"Los movimientos telúricos harán que probablemente mañana (domingo) o pasado mañana ya no exista Gramalote", aseguró el ministro.
Una gran masa de tierra y lodo comenzó a avanzar sobre el municipio el viernes, explicó por teléfono a The Associated Press el gobernador del departamento, William Villamizar. "Y, tal como va ese desplazamiento, va a tapar progresivamente gran parte del pueblo", dijo.
Hasta el sábado, las autoridades ya habían desalojado a unos 6.000 de los cerca de 7.000 residentes urbanos y rurales de Gramalote. El viernes, habían ordenado la evacuación de entre 3.000 y 4.000 personas.
"El desalojo gradual y el buen tiempo les ha permitido (a los pobladores) sacar algunas de sus pertenencias", dijo Villamizar.
La mayor parte de la población se dedica a la ganadería y el cultivo de café.
La temporada de lluvias dejó hasta el momento 282 muertos, 267 heridos y 2,2 millones de damnificados, dijo a la AP el director de socorro de la Cruz Roja colombiana, Carlos Márquez.
Más temprano, el presidente Juan Manuel Santos había dicho que las tareas de atención, recuperación y reconstrucción luego del invierno costarán entre 10 y 11 billones de pesos (de 5.000 millones a 5.500 millones de dólares).
Las lluvias de la segunda mitad del año —la primera temporada de lluvias es de marzo a junio y la segunda, de septiembre a diciembre— han sido las más intensas en décadas. Anegaron total o parcialmente unas 600.000 hectáreas de cultivos y destruyeron 3.100 viviendas.

De AP

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