LA HABANA.- La Justicia cubana impuso hoy penas de entre cinco y quince años de cárcel a los acusados por la muerte de 26 enfermos mentales por frío y desnutrición en un psiquiátrico de La Habana, un suceso que conmocionó a la isla al afectar la imagen de una de las "banderas" de su Revolución: el sistema sanitario.
Responsables del Hospital Psiquiátrico de La Habana, incluido su director, así como otros cargos subalternos del centro fueron considerados responsables de esas muertes al haber cometido delitos de "abandono de incapacitados y desvalidos" y de "malversación" de recursos como alimentos y ropa.
La televisión cubana y varias web oficiales de la isla difundieron la sentencia dictada hoy por el Tribunal Provincial Popular de La Habana, que se conoce ocho días después de celebrarse el juicio por este caso.
Los hechos ocurrieron a mediados de enero de 2010 cuando 26 enfermos ingresados en el Hospital Psiquiátrico de La Habana murieron en un momento en que la ciudad sufría una ola de frío con mínimas inferiores a diez grados celsius, unas temperaturas inusuales en la isla caribeña.
Esos pacientes fallecieron por hipotermia y también afectados de desnutrición, anemia y niveles deficientes de vitaminas, como consecuencia de una atención insuficiente y del robo en el hospital de alimentos y ropa destinada a los enfermos.
En el juicio seguido por este caso, la Fiscalía expuso que la dirección del centro no protegió a los pacientes durante esa ola de frío con simples medidas como la provisión de ropa, sábanas o colchas o el tapar ventanas, cristales y puertas deterioradas.
A esa situación contribuyó la malversación de comida y ropa destinada a los enfermos de un hospital que recibía una asignación de alimentos para 2,458 camas cuando la media de ocupación era de 1.484. La pena más elevada recayó sobre el director del Hospital Psiquiátrico, Wilfredo Castillo, quien fue condenado a 15 años de prisión.
Junto a él se impusieron penas de entre cinco y catorce años de cárcel para otros cinco directivos del hospital y para siete cargos subalternos del centro, empleados en las áreas de almacenes, neveras, cocina o comedor.
Y fuera del proceso judicial se impusieron también "severas sanciones administrativas contra otros responsables colaterales", según reza la sentencia divulgada hoy que no precisa, sin embargo, quiénes son esos "responsables colaterales" ni la naturaleza de esas "severas sanciones administrativas".
Algunos observadores opinan que se trata de una sentencia con intención "ejemplarizante" ante la indignación que el caso ha provocado entre los cubanos y porque ha sacado a la luz deficiencias e irregularidades en un centro sanitario que durante muchos años se consideró emblemático.
De hecho, el presidente de la Sociedad Cubana de Psiquiatría, Miguel Ángel Valdés, quien testificó como perito en el juicio, dijo sentir "un intenso dolor" por estas muertes y porque han sido tomadas de "pretexto" para intentar desprestigiar el sistema de salud cubano, según publicó hace una semana el diario oficial Granma.
Otros creen que hay responsables políticos de estas muertes que no se han sentado en el banquillo. En ese sentido, el portavoz de la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, opina que los condenados en esta sentencia son "chivos expiatorios".
A juicio de Sánchez, autoridades de Gobierno como el ministro de Salud de la época en que ocurrieron los hechos deberían haber comparecido en un juicio que, en su opinión, ha estado "políticamente viciado".
De EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario