WASHINGTON.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, reclamó hoy la puesta en libertad "inmediata e incondicional" de todos los presos políticos en Cuba, al cumplirse el primer aniversario de la muerte del disidente cubano Orlando Zapata.
En un comunicado distribuido por la Casa Blanca, Obama aseguró que "EE.UU. permanece inquebrantable" en su "compromiso para defender el derecho inalienable del pueblo cubano a disfrutar de las libertades que definen al continente americano".
La muerte de Zapata, recordó Obama, "galvanizó la atención mundial hacia el maltrato de aquellos tratados injustamente por las autoridades cubanas por alzarse valientemente en defensa de los derechos del pueblo cubano". Aquella atención atraída por Zapata y por las manifestaciones pacíficas de las Damas de Blanco ayudó a poner en libertad a una serie de activistas bajo la mediación de la Iglesia católica, recordó el mandatario estadounidense.
"Hoy, me uno al pueblo cubano para marcar este aniversario reclamando de nuevo la puesta en libertad inmediata e incondicional de todos los presos políticos en Cuba", declaró Obama.
El acoso y la detención por parte de las autoridades cubanas de la madre de Zapata, Reina Luisa Tamayo, y otras personas en Cuba cuando intentaban conmemorar el aniversario "subraya hasta qué punto su sueño sigue sin cumplirse", apuntó.
Obama recordó que desde su llegada a la Casa Blanca, en enero de 2009, ha "tendido puentes al pueblo cubano para apoyar su deseo de determinar libremente su futuro y disfrutar de justicia y libertad".
Su Administración ha relajado las restricciones de viaje y el envío de remesas para los cubano-estadounidenses y para las visitas de carácter religioso o académico. "El sufrimiento del pueblo cubano", subrayó, "no pasa desapercibido".
Orlando Zapata, un albañil de 42 años condenado en la ola represiva de marzo de 2003, murió en un hospital de La Habana el 23 de febrero del año pasado tras una huelga de hambre de 85 días en la cárcel.
Zapata era uno de los 75 opositores condenados a penas de prisión de hasta 28 años en la llamada "primavera negra" de 2003, acusados por Cuba de ser "mercenarios" al servicio de EE.UU.
El pasado año, el Gobierno de Cuba tras la mediación de la Iglesia católica y el Gobierno de España accedió a liberar a 52 presos políticos del grupo de los 75. La madre de Zapata y un grupo de trece familiares recibieron la semana pasada el visado para emigrar a EE.UU como refugiados políticos en la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA).
En un comunicado distribuido por la Casa Blanca, Obama aseguró que "EE.UU. permanece inquebrantable" en su "compromiso para defender el derecho inalienable del pueblo cubano a disfrutar de las libertades que definen al continente americano".
La muerte de Zapata, recordó Obama, "galvanizó la atención mundial hacia el maltrato de aquellos tratados injustamente por las autoridades cubanas por alzarse valientemente en defensa de los derechos del pueblo cubano". Aquella atención atraída por Zapata y por las manifestaciones pacíficas de las Damas de Blanco ayudó a poner en libertad a una serie de activistas bajo la mediación de la Iglesia católica, recordó el mandatario estadounidense.
"Hoy, me uno al pueblo cubano para marcar este aniversario reclamando de nuevo la puesta en libertad inmediata e incondicional de todos los presos políticos en Cuba", declaró Obama.
El acoso y la detención por parte de las autoridades cubanas de la madre de Zapata, Reina Luisa Tamayo, y otras personas en Cuba cuando intentaban conmemorar el aniversario "subraya hasta qué punto su sueño sigue sin cumplirse", apuntó.
Obama recordó que desde su llegada a la Casa Blanca, en enero de 2009, ha "tendido puentes al pueblo cubano para apoyar su deseo de determinar libremente su futuro y disfrutar de justicia y libertad".
Su Administración ha relajado las restricciones de viaje y el envío de remesas para los cubano-estadounidenses y para las visitas de carácter religioso o académico. "El sufrimiento del pueblo cubano", subrayó, "no pasa desapercibido".
Orlando Zapata, un albañil de 42 años condenado en la ola represiva de marzo de 2003, murió en un hospital de La Habana el 23 de febrero del año pasado tras una huelga de hambre de 85 días en la cárcel.
Zapata era uno de los 75 opositores condenados a penas de prisión de hasta 28 años en la llamada "primavera negra" de 2003, acusados por Cuba de ser "mercenarios" al servicio de EE.UU.
El pasado año, el Gobierno de Cuba tras la mediación de la Iglesia católica y el Gobierno de España accedió a liberar a 52 presos políticos del grupo de los 75. La madre de Zapata y un grupo de trece familiares recibieron la semana pasada el visado para emigrar a EE.UU como refugiados políticos en la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA).
De EFE
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