En el momento que extraían el cadáver de la concavidad que se formó. Foto: Angel Vargas
SANTO DOMINGO.- Después de más de tres horas de intenso
trabajo, voluntarios de la Defensa Civil y de los bomberos lograron
rescatar sin vida el cuerpo del brigadista de la Corporación de
Acueducto y Alcantarillado (CAASD) que quedó sepultado cuando cedió el
terreno de una zanja en la que trabajaba y quedó sepultado bajo cinco
metros de tierra.
El hecho ocurrió en la avenida Gustavo Mejía Ricart con Defilló, en el ensanche Quisqueya, de esta capital, y el brigadista que pereció en el trágico incidente fue Raúl Santana, de 43 años.
Al lugar acudieron decenas de personas que permanecieron todo el tiempo que le llevó a los rescatistas extraer el cadáver, en algunas ocasiones entorpeciendo la labor de los hombres que se ufanaban por concluir la tarea, ansiosos por un desenlace que no fuera el que se produjo.
En el momente del derrumbe, Santana realizaba labores de limpieza de una línea del alcantarillado de aguas residuales en el mencionado sector. El trágico suceso ocurrió a las 3:30 de la tarde y se logró hacer el rescate del cuerpo sin vida a las 6:50 p.m.
Artículo relacionado
Derrumbe sepulta empleado de la CAASD en ensanche Quisqueya
El hecho ocurrió en la avenida Gustavo Mejía Ricart con Defilló, en el ensanche Quisqueya, de esta capital, y el brigadista que pereció en el trágico incidente fue Raúl Santana, de 43 años.
Al lugar acudieron decenas de personas que permanecieron todo el tiempo que le llevó a los rescatistas extraer el cadáver, en algunas ocasiones entorpeciendo la labor de los hombres que se ufanaban por concluir la tarea, ansiosos por un desenlace que no fuera el que se produjo.
En el momente del derrumbe, Santana realizaba labores de limpieza de una línea del alcantarillado de aguas residuales en el mencionado sector. El trágico suceso ocurrió a las 3:30 de la tarde y se logró hacer el rescate del cuerpo sin vida a las 6:50 p.m.
Artículo relacionado
Derrumbe sepulta empleado de la CAASD en ensanche Quisqueya
De Argénida Romero
No hay comentarios:
Publicar un comentario