LA ROMANA.-
La generalidad de los habitantes de esta ciudad, incluyendo familiares
de la víctima, sabían que a José Agustín Silvestre (Gajo), lo iban a
matar, pero él no temía por su vida, porque cada día acentuaba más los
ataques contra sectores poderosos de poder económico y que controlaban
el negocio de las drogas en la región Este, que la mañana de ayer martes
decidieron salir del comunicador, mandandolo a silenciarlo.
Por
ello no extrañó a nadie, aunque los lamentos han paralizado a La
Romana, la acción vandálica propia del sicariato, que en su contra se
ejecutó la mañana de ayer martes, cuando el polémico comunicador fue
secuestrado y posteriormente asesinado de tres balazos por cuatro
individuos que dejaron su cuerpo abandonado, próximo al batey El Peñón,
en San Pedro de Macorís.
El
Gajo, como era conocido el director de la revista “La Voz de la
Verdad”, órgano por donde se hacían las denuncias contra el narcotráfico
y las autoridades judiciales de La Romana, fue interceptado por cuatro
individuos, a escasos metros de su hogar, cuando iba en compañía de su
hermana Filomena Silvestre y una menor de edad, que le dieron un balazo
para en el abdomen para que penetrara a la yipeta en la que se lo
llevaron herido.
Filomena
Silvestre, quien acompañaba al asesinado comunicador, narró a los
medios locales, que cuatro individuos armados de pistolas, atajaron a El
Gajo y al él poner resistencia e irse a las trompadas con dos de ellos,
le dieron un tiro y lo entraron a la fuerza en la yipeta, color dorado.
La
yipeta marca Ford Explorer dorada, tenía más de media hora estacionada
en lugar del rapto o secuestro, al parecer a espera del comunicador,
quien iría ayer ante el procurador de la Corte de Apelación de San Pedro
de Macorís, a dar declaraciones sobre amenazas de muertes que
supuestamente recibía del fiscal de La Romana, José Polanco, con quien
llevaba una litis judicial por difamación e injuria.
El secuestro de Silvestre se produjo en la calle Gastón Fernando Deligne, a unos 120 metros de su residencia.
"Yo
iba junto con él, pero yo me paré cinco minutos y me dijeron que eran
cuatro hombres y que ellos les dispararon y forcejearon y que él le
había dado un trompón a uno de ellos y ellos se lo llevaron. Los que lo
vieron no pudieron hacer nada porque ellos estaban disparando", dijo
Filomena Silvestre, hermana del comunicador asesinado.
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