Washington. La policía de Connecticut (EE.UU.) confirmó ayer que el tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown, dejó un saldo de 28 muertos, entre ellos 20 niños, seis adultos, el agresor, y uno adicional que fue hallado en una "escena
secundaria".
La trágica cifra fue el desenlace de la acción de un hombre armado que entró a la escuela pasadas las 9:00 de la mañana. El tiroteo ocurrió poco tiempo después del comienzo de las clases, según informaron testigos de la escena.
El teniente de la policía de Connecticut, Paul Vance, dijo que en total murieron 18 niños en el colegio, así como seis adultos y el autor del tiroteo, que presuntamente se suicidó. Otros dos pequeños fallecieron al llegar al hospital, y un adulto en un sitio no identificado.
Todos los niños fallecidos tenían edades entre 5 y 10 años. Entre los adultos muertos está la madre del sospechoso, el director del colegio y un psicólogo.
De acuerdo con versiones de los principales medios del país, el presunto autor del tiroteo entró en el colegio vestido con ropa negra, llevaba una máscara, un chaleco antibalas y tres armas, entre ellas un rifle.
En un primer momento se identificó al presunto autor como Ryan Lanza, de 24 años e hijo de una profesora del colegio, pero las últimas investigaciones apuntan a su hermano, Adam, de 20 años, quien se habría suicidado en la escena. El sospechoso supuestamente habría asesinado primero a su padre antes de perpetrar el tiroteo y después habría matado a su madre. Supuestamente empezó su ataque brutal por el área de maternal, donde están los más pequeños.
Menores sobrevivientes dijeron a los medios que, tras percatarse de la situación, los profesores se encerraron en las aulas con sus alumnos y les ordenaron ponerse de cuclillas en las esquinas u ocultarse en clósets. La noticia del tiroteo provocó desesperación en los padres de los menores y gran conmoción en el país y en el mundo.
Obama lamenta tragedia
"Nuestros corazones están hoy destrozados", dijo en la Casa Blanca el presidente Barack Obama, al borde del llanto.
Obama enfatizó: "Vamos a tener que unirnos y tomar medidas significativas para prevenir futuras tragedias como ésta", pero no dijo cuáles.
El mandatario ordenó cuatro días de luto nacional para honrar a las víctimas y que las banderas ondeen a media asta en todos los edificios y lugares públicos, así como en las bases militares y navales, y oficinas diplomáticas. Agencias
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