LA PAZ. La reyerta producida en la cárcel boliviana de Palmasola, en el oriente del país, ha dejado un saldo de 30 personas muertas, entre ellas un niño de un año y medio, informó ayer el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
El ministro indicó en una rueda de prensa realizada en el penal que estas personas fueron atacadas por un grupo de internos con machetes, cuchillos, palos y bombonas de gas que
fueron usadas como lanzallamas y para provocar intoxicaciones
El enfrentamiento, al parecer por pugnas de poder, tuvo lugar de madrugada en Chonchocorito, el sector de máxima seguridad del centro penitenciario de la ciudad de Santa Cruz (este).
El niño fallecido sería uno de las decenas que viven en el penal de Palmasola con sus padres, una práctica aceptada en las cárceles de Bolivia cuando los menores no tienen otros familiares que los acojan.
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