COLOMBIA, 7 ago.-El gobierno colombiano de Juan Manuel Santos, que asume hoy sábado con un Congreso ampliamente favorable, deja atrás la polarización política que caracterizó a su antecesor Álvaro Uribe al dar cabida a una amplia participación partidista y tendrá un carácter más tecnócrata.
Santos, delfín político de Uribe, de quien fue por dos años su ministro de Defensa hasta 2009, cuando renunció para lanzar su aspiración presidencial, prometió en la recta final de su campaña conformar un gobierno de “unidad nacional”.
Tras ganar la elección, con cerca del 70% de los sufragios, Santos integró a la coalición de gobierno al tradicional Partido Conservador que apoyó a Uribe, y al Movimiento Cambio Radical (derecha) de Germán Vargas Lleras, uno de los principales rivales en las urnas.
Alejo Vargas, politólogo de la estatal Universidad Nacional de Bogotá, estimó que el gobierno de Santos será “más tranquilo y menos camorrero”.
“Empieza con una expectativa favorable por su propuesta de unidad nacional, lo que ha generado una gran esperanza de que será un gobierno menos crispado que el de Uribe”, dijo el analista, al destacar la “reducida oposición” que tendrá Santos.
La continuidad Santos fue elegido blandiendo principalmente la bandera de la continuidad de la política de mano dura del gobierno de Uribe contra las guerrillas izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN), cuya presunta presencia en Venezuela tiene sumida en una profunda crisis las relaciones diplomáticas bilaterales.
El pasado jueves en acto en el palacio presidencial con el mandatario saliente, Santos se comprometió a “continuar el rumbo” trazado por éste, a quien se refirió como “el segundo Libertador”, por devolverle a los colombianos “la esperanza, la fe en el futuro y el optimismo”, dijo.
El principal logro de Santos en su objetivo de unidad política fue el respaldo que obtuvo del otro partido tradicional colombiano, el Liberal (socialdemocracia), cuyo candidato presidencial Rafael Pardo sufrió una estruendosa derrota, tras ocho años de oposición al gobierno de Uribe.
CORREA VA, PERO SIN OLVIDAR EL BOMBARDEO
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reiteró que no olvidará que el bombardeo colombiano contra las FARC en su país en marzo de 2008 fue ordenado por el mandatario electo de Colombia, Juan Manuel Santos, a cuya posesión asistira.
“Jamás lo olvidaremos, pero tenemos que mirar hacia el futuro sin olvidar el pasado”, expresó Correa aludiendo al ataque militar que derivó en la ruptura de relaciones diplomáticas durante 21 meses.
“Jamás olvidaremos lo que ocurrió (...) y que el señor Santos, actual presidente electo de Colombia, fue ministro de Defensa, que ordenó la operación, y en un momento dado hasta se enorgulleció de esa operación”, enfatizó el mandatario a la prensa.
La cancillería ecuatoriana señaló en un comunicado que “el mandatario ecuatoriano sostendrá un diálogo bilateral con su homólogo (Santos)” con ocasión de la asistencia a la toma de posesión.
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