5 de enero de 2025

Tradición Perdida: Los Padrinos y el “Setrén” de Año Nuevo

 

Por: Cristian Hidalgo

Anoche hablaba con mi familia acerca de tradiciones navideñas que se han perdido con el pasar de los años; una de ellas es el llamado "setrén", que estoy seguro muchos jóvenes menores de 30 años no conocen; ni siquiera lo han escuchado. Ahorita leía a mi amigo Cherry Encarnacion Ramon preguntarse por la suerte de ese incentivo de inicio de año, por lo que quiero hacer una anécdota del año 1980, en que percibí el último. 

¿De dónde viene la palabra "setrén"?

Nuestra RAE no la registra en su diccionario, tampoco creo la incluya por haber entrado en desuso; sin embargo, me permito con la venia de ustedes hacer una conjetura respecto a cuál podría ser su origen. Las personas analfabetas al no saber escribir ni leer, reproducen las palabras tal cual las perciben; de hecho, muchos nombres de personas son tan raros, porque en las oficialías captaban el sonido del padre, tal cual como este lo pronunciara. 

"Estrene" es la primera y tercera persona del modo subjuntivo del verbo estrenar; el 1ero. de enero de cada año, es el día de "los estrenes", que suena "losestrenes", pero que una persona analfabeta podría percibir como "lo sestrenes" (en plural); que al expresar en singular sería "sestrén" para los campaesinos que mejor lo pronunciábamos o "setrén" para quienes nos ahorrábamos la "s".

El "setrén" era el estreno que percibíamos los muchachos de la época por parte de nuestros padrinos. Lo que se estilaba era que el niño comprara una Malta Morena con una leche condensada (o algo similar), se lo llevara de regalo a su padrino; este en cambio, se

Metía la mano al bolsillo y dependiendo de su posición o situación económica, regalaba RD$1.00, RD$2.00 ... RD$5.00.

Finalizado el año 1979 y llegado el 1980 (recuerdo fue exactamente como hoy, lunes amanecer martes), estaba uno de mis padrinos (el que consideraba de mejor posición, y que aún vive) bebiendo cervezas en un bar que quedaba frente a mi escuela; fui al colmado, compré una Malta y una leche que me costaron 25 centavos (una peseta); al entregársela, se metió la mano al bolsillo y me regaló 5 centavos. Ese evento nunca lo he olvidado; desde entonces, nunca más gestioné el dichoso "setrén" de año nuevo.

No hay comentarios: