20/4/2010 | ||||
Washington, 20 abr (EFE).- La crisis financiera costará al sector financiero mundial 2,3 billones de dólares, medio billón menos que lo estimado anteriormente por el FMI, que hoy apuntó que los mayores puntos de riesgo son ahora los déficit públicos. Hace un año, la preocupación dominante era un sistema financiero impedido y asustado, en el que primaba la desconfianza entre sus participantes, lo que motivó una intervención sin precedentes de los gobiernos para restablecer su funcionamiento. Las aguas vuelven a su cauce y el restablecimiento del flujo del dinero y el repunte económico han devuelto al oxígeno a las entidades financieras, que perderán menos que lo pronosticado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en octubre. Pero el riesgo se ha transferido de los balances privados a los públicos, como refleja la delicada situación de Grecia, que está inmersa en una crisis presupuestaria. "La inquietud que despiertan los riesgos soberanos de las economías avanzadas podría atentar contra la estabilización y prolongar el colapso del crédito", alertó el FMI en su "Informe de Estabilidad Financiera Mundial", divulgado hoy. Las grandes necesidades de financiación de los gobiernos, por sus déficits extraordinarios, podrían elevar las tasas de interés, dado que el suministro de préstamos es limitado, lo que a su vez perjudicaría a los bancos y a las pequeñas y medianas empresas, que necesitan créditos para subsistir, según el FMI. Incluso sin contar ese posible efecto, la banca tendrá que obtener una gran cantidad de préstamos a corto plazo este año y hacer acopio de unas provisiones de mayor calidad para satisfacer a los inversores, en vista de que se avecinan unas normas financieras más estrictas, apuntó el Fondo. Mientras, en los mercados emergentes el problema es el contrario: el exceso de fondos gracias a la recuperación de los flujos de capital. El FMI no ve pruebas aún de que se hayan formado burbujas, pero alerta de que podrían generarse si se mantienen las bajas tasas de interés, la liquidez abundante y la entrada de inversiones extranjeras. El Instituto de Finanzas Internacionales, la mayor asociación de banca del mundo, predijo la semana pasada una recuperación importante de los flujos de capital a los países en desarrollo en 2010. América Latina, por ejemplo, recibirá este año un 21 por ciento más de capital extranjero que en 2009, gracias a grandes subidas en Brasil y México, según sus cálculos. Para los gobiernos de los países avanzados, el consejo del FMI es que expongan ahora sus planes para frenar su déficit a medio plazo y lleven a cabo reformas estructurales que eleven el crecimiento de sus economías. Asimismo, pidió que avancen rápidamente en la introducción de la reforma financiera, que debe exigir a los bancos que mantengan más reservas de capital para hacer frente a posibles pérdidas, de forma que resistan mejor los efectos de otra crisis. "Aunque la dirección de las reformas es clara, no lo es su magnitud", advirtió el FMI, quien dijo que tampoco se ha definido el régimen de regulación que se impondrá a las instituciones gigantes, cuya quiebra pondría en peligro a todo el sistema financiero. |
20 de abril de 2010
FMI reduce a 2,3 billones de dólares las pérdidas bancarias por la crisis
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