1 de abril de 2010

Se cumplen cinco años de la muerte de Wojtyla con mirada puesta beatificación

Ciudad del Vaticano, 1 abr (EFE).- El número de fieles que visita en la cripta del Vaticano la tumba de Juan Pablo II, del que mañana se cumple el quinto aniversario de su muerte, ha aumentado considerablemente en estos días de Semana Santa y la frase más oída es "¿cuando será beatificado?".

Y es que en el mundo católico se daba por hecho que coincidiendo con el quinto aniversario del fallecimiento, Benedicto XVI aprobaría el milagro que lleve a la gloria de los altares y al culto privado a Juan Pablo "el grande", como ya es conocido, el primer Papa polaco de la historia, que jugó un papel de primera línea en la caída del comunismo.

De momento se desconoce esa fecha, entre otras porque el supuesto milagro por su intercesión, el de una monja francesa que curó de parkinson, no ha sido todavía estudiado por la comisión médica de la Santa Sede, según aseguró el cardenal José Saraiva Martins, prefecto emérito de la congregación para las Causa de los Santos.

Cuando se daba por seguro de que esta primavera el Papa Ratzinger -que abrió el proceso de beatificación sin esperar a los cinco años tras la muerte que establece la normativa vaticana- firmaría el milagro, Saraiva precisó que antes había que esperar a que Benedicto XVI le proclamase "venerable", lo que hizo en diciembre pasado.

Aunque hay catalogados 251 supuestos milagros por intercesión de Wojtyla, el postulador de la causa, el sacerdote polaco Slawomir Oder, eligió la curación de la monja Marie Simon Pierre, que padecía Parkinson, la misma enfermedad que tenía el Papa.

Recientemente un diario polaco aseguró que el proceso de beatificación estaba estancado debido a que la Comisión médica había rechazado el "milagro" de la monja francesa, ya que uno de los médicos tenía "dudas".

Posteriormente otros medios aseguraron que la monja había recaído de su enfermedad, lo que fue asimismo, hasta que Saraiva explicó el íter de procedimiento.

Si al final ese milagro es aprobado, sólo quedará elegir la fecha de la beatificación.

Algunos observadores vaticanos no descartan el domingo 24 de octubre, coincidiendo con la fecha en la que comenzó Wojtyla su pontificado en 1978. Otros se decantan por la primavera de 2011.

Teniendo en cuenta que mañana es Viernes Santo, el único día del año en el que no se oficia misa, Benedicto XVI conmemoró este quinto aniversario el 29 de marzo, con una misa funeral en la que resaltó la figura de su antecesor, del que dijo que proclamó el derecho "con firmeza, sin debilidad ni titubeo".

A la misa, celebrada en la basílica de San Pedro, asistieron numerosos cardenales y obispos y numerosos fieles polacos, encabezados por el purpurado de Cracovia, Stanislao Dziwiz, que fue secretario particular del Papa Wojtyla durante 39 años.

Benedicto XVI, que durante 24 años fue colaborador de Juan Pablo II, dijo que en sus casi 27 años de pontificado se proclamó el derecho con firmeza, "sin debilidad o titubeo, sobre todo cuando tenía que afrontar resistencias, hostilidades y rechazos".

El Papa Ratzinger agregó que Juan Pablo II realizó un ministerio muy fecundo y que se entregó de manera generosa, sin reservas, sin medidas, sin cálculos y que lo único que le movió fue su amor a Cristo.

En este aniversario, el diario vaticano "L'Osservatore Romano" ha escrito que Juan Pablo II fue un Papa "contracorriente, un personaje fuera de lo común, un hombre excepcional".

En estos días también se han presentado varios libros sobre su figura. Uno de ello, titulado "Querido Señor Papa", recoge las carta y folios dejadas por los fieles en el Vaticano, en las que le dicen que es "un mito", "un amigo de corazón", "el Papa más especial del mundo".

Otros de los miles de fieles que rezan todos los días ante la tumba le consideran un "verdadero santo" y todos esperan que el viento que se desató el día de su funeral, el 7 de abril de 2005, traiga pronto la beatificación.

La causa de beatificación de Juan Pablo II se abrió en Roma el 28 de junio de 2005, por expreso deseo de Benedicto XVI sin esperar a que transcurrieran cinco años de su muerte, como establece el Código de Derecho Canónico.

El anuncio fue acogido con gran alegría en el mundo católico, donde aún sigue vivo el grito "súbito santo" (santo ya) que decenas de miles de personas corearon aquel día de abril de 2005. EFE

Autor: Juan Lara

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