14 de septiembre de 2010

Carretera demandó ocho años y tres períodos de Gobierno



BANI.- La carretera San Cristóbal-Baní, que el Gobierno inaugurará este jueves, se tardó ocho años desde el primer picazo y abarcó tres períodos presidenciales, tres contratos de adjudicación e incrementó los accidentes de tránsito en la zona, durante la construcción.

En ese período el costo se multiplicó.El proyecto, con un contrato firmado en 2001, logró la ratificación del Poder Legislativo en 2002, durante el gobierno del perredeísta Hipólito Mejía, quien dio el primer picazo el 23 de abril de 2002.

Ese acto protocolar dio apertura a un proceso de avances tímidos y prolongadas interrupciones.A la administración del peledeísta Leonel Fernández le llevó su cuatrienio 2004-2008 y la mitad de este que se inició en 2008.

En la ejecución privada, la obra también pasó de mano en mano. En agosto de 2001 quedó en poder del Consorcio Vial Dominicano, que se comprometió a terminarla en dos años, a partir de 2002.

Como no se iniciaron los trabajos, Mejía rescindió el contrato a finales de 2003 y lo transfirió al Grupo Modesto en 2004.

Modesto no terminó a los dos años, como había prometido, y la secretaría de Obras Públicas, bajo la dirección de Víctor Díaz Rúa, le quitó la adjudicación.

En septiembre de 2008 la asignación de la obra pasó a Malespín Constructora y Constructora JM, bajo la supervisión técnica de la compañía Tecnoamérica.En ocho años, el costo también se multiplicó.

El proyecto surgió con un presupuesto de 85.5 millones de dólares y a principios de 2008 Díaz Rúa lo calculaba en 153 millones de dólares, lo que en la cotización actual representaría cinco mil 584 millones de pesos.

El ahora Ministerio de Obras Públicas dijo en su anuncio de inauguración que la vía costó más de dos mil millones de pesos, pero, a partir de los datos anteriores, se deduce que esta última cantidad corresponde a la fase final de los trabajos.

Zona de frecuentes accidentesLas excavaciones, cierres de tramos y colocación de obstáculos convirtieron a la carretera en lo que los conductores asiduos y los moradores de zonas aledañas calificaron en múltiples ocasiones como “un cementerio”, por el incremento en la frecuencia de accidentes.

El 28 de abril de 2009, 13 personas murieron cuando un minibús de pasajeros procedente de Neyba se estrelló contra un furgón que se atravesó en la carretera, tras desprenderse del cabezote de una patana

No hay comentarios: