MAS DE FREDDY.

DESDE LOS 6 Ó 7 AÑOS EMPEZABA A MOSTRAR INDICIOS DE SU GRAN TALENTO HUMORÍSTICO EN SU CASA DE EL SEIBO

SE APAGÓ UNA ESTRELLA

Por. Pablo Clase hijo

El nombre de Freddy Beras Goico es prácticamente conocido en todos los hogares de República Dominicana.

Es, diríamos, un clásico del humorismo dominicano y un ejemplo encomiable de lo que significa poner un gran talento al servicio de los demás.

“La imagen que yo tenía de Freddy antes de conocerlo era distinta a lo que es Freddy realmente –dijo su esposa Pilar una vez-. Sabía que era un humorista y artista de gran talento, pero pensaba que no era mi tipo. 

Cuando conocí al Freddy tierno, amoroso, trabajador y valiente, surgió espontáneamente mi atracción hacia él”.

Sus primeros años
Freddy Beras Goico nació en El Seibo, el 21 de noviembre de 1940. Es el tercer hijo del colono Máximo Ramón Beras Roja y de la culta dama Angiolina Goico, los progenitores de una honrosa familia de cinco hijos –Tutín, Máximo, Freddy, Salvador y Hugo- que han venido realizando, desde uno que otro ángulo, una fructífera labor a favor de la comunidad dominicana.

La niñez de Freddy trae consigo el recuerdo de un padre trabajador, preocupado por la buena educación de sus hijos.

Por causa de viejas rencillas familiares con el dictador Trujillo, tuvo que padecer hostigamientos incesantes. 

En ocasiones, don Máximo fue bloqueado en la carretera mientras transportaba leche o algunos productos agrícolas. De la madre, licenciada en Filosofía y Letras, amante de la buena literatura, guardaba Freddy un muy cariñoso recuerdo.

Desde los 6 ó 7 años, ya Freddy empezaba a mostrar indicios de su gran talento humorístico. 

Gustaba de celebrar veladas en su casa de El Seibo, e invitaba a los viejos de la familia para que fuesen sus espectadores. Después, cada año que trascurre no hace más que confi rmar sus cualidades artísticas.

Por eso, en 1957, con apenas diecisiete años, empezaba a tener su primer contacto con la televisión en Santo Domingo, sirviendo de camarógrafo en Rahintel.

Poco después ingreso en la Universidad Autónoma de Santo Domingo para estudiar Derecho Internacional, estudios que fueron terminados en Colombia, donde obtuvo fi nalmente su licenciatura.

Exilio en Colombia

En efecto, por aquella época -1958- la familia había partido a Colombia a vivir un exilio por tiempo indefi nido. Gracias a la ayuda del padre Finney fueron hechos arreglos para preparar la salida. Así fue liberada la familia Beras Goico del impedimento impuesto sobre ellos.

En Colombia permanecieron hasta la caída de Trujillo en 1961. Durante los años vividos allí Freddy hizo prácticamente de todo: 

jardinero, soldador, técnico en refrigeración, instalador de bancos de sangre, serenatas, cocinero en un restaurante (donde aprendió a cocinar casi todos los platos), carrera universitaria… No cabe dudas de que el contacto con la gente y la experiencia de estas variadas actividades agudizaron sensiblemente su gran sentido del humor.

Los inicios de su carrera humorística

Precisamente, Freddy Beras Goico comenzó su carrera humorística en 1962. Su primer programa “La hora del moro”, dirigido por Rafael Solano, se perfi laba como una especie de anticipación de “El show del mediodía”.

El personaje que representaba por primera vez fue Francisco Alberto, Quequeto, o el travieso Cucún, y de ahí en adelante desplegó con buen pulso una increíble versatilidad artística que le ubica en un sitial preferencial y le incorpora entre las fi guras estelares de la televisión latinoamericana.

LOS FUNDAMENTOS DE SU PREPARACIÓN ARTÍSTICA EL APRENDIZAJE

Formación televisisva Cuando tenía veintidós años de edad viajó a Brasil con el objeto de estudiar televisión durante un año, y posteriormente en 1965, por causa de un nuevo exilio, esta vez hacia España, queda interrumpida su labor en Santo Domingo pero continúa realizando, en aquel país ibérico, algunos trabajos en la pantalla chica. 

Cual perfeccionista que busca alcanzar la maestría en su arte, se traslada París a participar en un curso de Televisión Educativa Aplicada. Todo aquel periodo preparativo de su vida no tardó en mostrar sus frutos. Emergía poco a poco como uno de los personajes favoritos de la televisión.