2 de enero de 2011

Chávez y Hillary Clinton se saludan de mano en medio de tensiones



"Nos saludamos. Ella creo que estaba entrando al salón, tenía una sonrisa muy espontánea y yo le saludé con la misma efusividad", dijo Chávez
Clinton estrecha la mano de Chávez, junto al presidente de Colombia (i) y el de Chile. AP
CARACAS.-— En un raro momento de cordialidad en plena disputa diplomática entre Venezuela y Estados Unidos, el presidente Hugo Chávez y la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton se dieron la mano y conversaron brevemente durante la asunción de la mandataria brasileña Dilma Rousseff. 
"Nos saludamos. Ella creo que estaba entrando al salón, tenía una sonrisa muy espontánea y yo le saludé con la misma efusividad", dijo Chávez a la prensa el sábado antes de regresar a Caracas. "Fue un rato ameno, hablamos una, dos o tres cosas puntuales".
Chávez no dio más detalles de lo conversado, pero el saludo llegó en medio de una disputa que ha llevado a Estados Unidos y Venezuela a iniciar el 2011 sin embajadores en sus respectivas capitales.
En la última semana, los dos gobiernos han mostrado posiciones firmes y poca disposición a hacer concesiones. Estados Unidos revocó la visa del embajador venezolano Bernardo Alvarez luego de la negativa del presidente Hugo Chávez a aceptar a un nuevo representante nombrado por Washington.
"Creían que íbamos a retroceder", dijo el veterano diplomático venezolano Roy Chaderton el jueves al canal Telesur.
Chaderton, ex canciller y estrecho aliado de Chávez, dijo que Venezuela analiza qué medidas tomar en la disputa y afirmó: "Cualquier cosa negativa que ocurra será responsabilidad de Estados Unidos".
Chávez no habló sobre el tema después de que el gobierno del presidente Barack Obama revocó la visa de Alvarez. Estados Unidos tomó la medida cuando Chávez rechazó que se designara embajador a Larry Palmer, el candidato de la Casa Blanca que esperaba la confirmación del Senado estadounidense.
No está claro qué efectos concretos tendrán los últimos acontecimientos en las relaciones bilaterales a largo plazo ni hasta qué punto podría suavizarse la disputa tras el saludo de Clinton y Chávez. El sábado, la secretaria no respondió a preguntas de algunos periodistas cuando entraba a un cóctel en honor de Rousseff.
Los diplomáticos de los dos países han tenido desde hace tiempo contactos reducidos debido a las tensiones bilaterales, alimentadas tanto por las condenas de Chávez a Estados Unidos como por las críticas del Departamento de Estado sobre un deterioro de la democracia venezolana.
"Gran parte de la cooperación entre Estados Unidos y Venezuela en los últimos años ha involucrado a individuos y agencias de bajo nivel y bajo perfil, antes que a los embajadores, por lo que las consecuencias inmediatas serán limitadas", dijo Shannon O'Neil, académica del Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York.
O'Neil dijo que espera que las tensiones continúen. "Satanizar a los Estados Unidos como enemigo político sigue siendo muy importante para Chávez", explicó.
Palmer enfureció a Chávez al señalar en respuestas escritas a un senador republicano que la moral es baja entre los militares venezolanos y que le preocupa que los rebeldes colombianos estén encontrando santuario en Venezuela.
Chávez acusó a Palmer de ofender al gobierno venezolano al expresarse sobre varios asuntos delicados, entre ellos las acusaciones del Departamento del Tesoro en 2008 de que tres miembros de su círculo íntimo suministraron armas a los rebeldes colombianos y colaboraron con ellos en operaciones de tráfico de drogas.
"Este desenlace era previsible desde el momento en que las declaraciones de Palmer fueron hechas públicas por el senador (Richard) Lugar en julio", dijo Miguel Tinker Salas, profesor de la universidad Pomona College en California. "Que el Departamento de Estado permita este desenlace previsible demuestra que ellos no estaban interesados en mejorar las relaciones con Venezuela".
Chávez había prometido no dar marcha atrás en su oposición a Palmer y desafió al gobierno de Estados Unidos a expulsar a Alvarez. Finalmente, diplomáticos confirmaron el miércoles la revocación de la visa del embajador, cuando éste ya estaba fuera de Estados Unidos.
El portavoz del Departamento de Estado Mark Toner dijo el miércoles que Estados Unidos esperaba mejorar las relaciones con Venezuela. "Creemos que es precisamente porque existen tensiones en la relación que es importante mantener comunicaciones diplomáticas al más alto nivel", dijo. La legación estadounidense en Caracas no ha tenido embajador desde que Patrick Duddy concluyó su mandato en julio.
De todos modos, no es la primera vez que hay expulsiones de embajadores entre estos dos países.
En septiembre de 2008, Chávez expulsó a Duddy y retiró a su propio enviado, según dijo, en solidaridad con Bolivia, luego que el presidente Evo Morales ordenó la salida del embajador estadounidense y lo acusó de ayudar a la oposición a incitar a la violencia. El gobierno de George W. Bush rechazó las acusaciones y expulsó a los embajadores de ambos países sudamericanos.
Después de más de nueve meses, en junio de 2009, el gobierno de Obama y el de Chávez anunciaron el restablecimiento de sus embajadores, luego que los mandatarios se saludaron en una cumbre hemisférica en Trinidad.
Sin embargo, la relación ha vuelto a un tono más hostil desde entonces.
En diciembre, el Departamento de Estado criticó fuertemente la ley con que la Asamblea Nacional saliente, dominada por el oficialismo, le otorgó a Chávez poderes para legislar por decreto durante 18 meses. Una nueva Asamblea se instalará el 5 de enero, con un mayor contingente de legisladores opositores.
A pesar de estas fricciones, los dos países están unidos por profundos lazos comerciales. Las finanzas del gobierno de Chávez dependen en gran medida de la venta de petróleo a Estados Unidos y Venezuela también importa grandes cantidades de bienes de consumo de ese país. Las ventas de crudo a Estados Unidos han disminuido en los últimos años, a medida que Chávez intentó diversificar su clientela y elevó las ventas a aliados como China.
Chávez, cuya posición antiestadounidense ha sido un rasgo definitorio en sus 12 años en el poder, muchas veces usa las críticas al "imperialismo" de Estados Unidos para cerrar filas entre sus seguidores.
Larry Birns, director del Consejo de Asuntos Hemisféricos en Washington, dijo que las posturas de ambas partes generan una situación volátil y que si su "retórica se hace más aguda, la situación puede deteriorarse más rápido de lo que cualquiera de los dos originalmente haya previsto".
En tanto, algunos congresistas estadounidenses piden a Obama una posición más dura. El representante republicano de Florida Connie Mack acusó hace poco a su gobierno de mirar "para otro lado durante demasiado tiempo, mientras Hugo Chávez destruía las instituciones democráticas".

De AP

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