2 de febrero de 2011

Tormenta invernal paraliza centro y nordeste de EEUU



Los meteorólogos prevén la continuación del temporal que ha trastornado la vida de millones de personas
CHICAGO.- Una tormenta invernal gigantesca, que podría ser la peor en décadas, paralizó el martes actividades, escuelas y aeropuertos en una enorme franja que se extendía desde Texas hasta el centro-norte y nordeste de Estados Unidos.

En la ciudad de Dallas, anfitriona del Super Bowl del próximo domingo, las calles quedaron desiertas y cubiertas de hielo, en tanto que los vientos alcanzaron los 95,5 kph (60 mph) en Texas.

Las nevadas por su parte paralizaron actividades en Oklahoma City y Tulsa. Los meteorólogos prevén la continuación del temporal que ha trastornado la vida de millones de personas.

De acuerdo con los pronósticos, Chicago recibirá 60 centímetros (dos pies) de nieve, Indianápolis 2,5 centímetros (una pulgada) de hielo y el nordeste más hielo y nieve en lo que podría convertirse en una tormenta invernal sin precedente para la región.

El fenómeno climático se extiende más de 3.200 kilómetros (2.000 millas) por un tercio del país y sus secuelas serán frío intenso con temperaturas de casi 13 grados Celsius bajo cero.

En Tulsa, Oklahoma, un diario suspendió su tiraje por primera vez en más de un siglo y la acumulación de nieve causó el derrumbe del techo del Hard Rock Casino sin que causara víctimas.

El hielo y la nieve cayeron desde Colorado, en el centro del país, hasta Maine, en la costa del extremo nordeste frente al Atlántico.

En Chicago, las escuelas públicas suspendieron clases debido a la nieve por primera vez en 12 años y los dos aeropuertos principales de la ciudad suspendieron vuelos al menos hasta la tarde del miércoles.

Muchos aeropuertos cerraron temporalmente, incluido el de Dallas, destino de miles de aficionados que asistirán a la final del campeonato de fútbol americano.

FlightAware, una organización que rastrea el estado de los vuelos, reportó más de 6.000 cancelaciones para el martes al mediodía y se preveían más para el miércoles.

Debido a la fuerza de los vientos, las autoridades de Chicago consideraban medidas que no han adoptado en años como el cierre de la carretera famosa y transitada que se extiende por la orilla del Lago Michigan ante la amenaza de olas hasta de 7,5 metros (25 pies).

Todos "deben hacerse a la idea de una tormenta que será recordada mucho tiempo", dijo José Santiago, director ejecutivo de la oficina de administración de emergencias de la ciudad.

Numerosas ciudades comenzaron a paralizar su funcionamiento en antelación a la nevada.

Escuelas, colegios y oficinas del gobierno cancelaron actividades o decidieron que no operarían. Grandes secciones de carreteras transitadas fueron cerradas en el centro norte y 9.000 vuelos quedaron cancelados en todo el país.

Muchas personas atendieron la recomendación de que permanecieran en casa. Miles de personas se marcharon de sus lugares de trabajo para evitar problemas de tránsito en el famoso distrito Loop del centro de Chicago.

"Se va a convertir en un pueblo fantasma", dijo el usuario Martin Berg a su llegada a una estación ferroviaria en el centro de la ciudad.

Una puerta giratoria daba vueltas como un remolino a pesar de su gran peso debido a los vientos, a la entrada de un edificio próximo al Lago Míchigan.

"No hay que tomar esto a juego. El viento tiene fuerza de temporal", dijo el portero de edificio Edward Butler mientras observaba la caída de la nieve casi de manera horizontal y en remolinos pequeños.

Después de pasar por el centro-norte del país, se pronostica que la tormenta llegará de lleno al noreste, con advertencias de nieve, aguanieve y hielo para Nueva York.

Cuando se vaya la nieve llegará el frío, con temperaturas que caerán a unos 18 bajo cero centígrados (0 Fahrenheit) e incluso bastante menos. Los vientos fuertes arrastrarán la nieve acumulada, reduciendo la visibilidad prácticamente a cero.


De AP

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